Tito 3:1-11 Estudio por Pastor Daniel Praniuk
Introducción
En su carta a Tito, Pablo proporciona directrices claras sobre cómo deben vivir los creyentes en medio de una sociedad que no comparte los valores del evangelio. Este capítulo enfatiza la obediencia a las autoridades, la humildad, la transformación por la gracia de Dios y la necesidad de evitar divisiones innecesarias. El mensaje de Tito 3 sigue siendo muy relevante hoy en día, ya que nos muestra cómo los cristianos deben relacionarse con el mundo que los rodea, reflejando el amor y la verdad de Cristo en su vida diaria.
Punto 1: La Actitud del Creyente ante las Autoridades y el Prójimo
Versículo clave: «Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.» (Tito 3:1)
Versículo relacionado: «Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.» (Romanos 13:1)
Explicación: Pablo instruye a los creyentes a someterse a las autoridades y a estar dispuestos a realizar buenas obras. Esto no significa que deban obedecer ciegamente todo mandato humano, sino que deben ser ciudadanos ejemplares, promoviendo el bien y evitando la rebeldía innecesaria. La sujeción a la autoridad es una forma de testimonio cristiano.
Aplicación práctica: En la actualidad, muchos cristianos luchan con el concepto de obedecer a las autoridades, especialmente cuando ven injusticias. Sin embargo, la Biblia nos llama a ser pacificadores y a impactar la sociedad con buenas obras. Podemos ser agentes de cambio sin caer en la violencia ni la desobediencia irracional, siempre priorizando los principios del Reino de Dios.
Punto 2: La Transformación de una Vida Pasada en una Nueva Vida en Cristo
Versículo clave: «Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y aborreciéndonos unos a otros.» (Tito 3:3)
Versículo relacionado: «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.» (2 Corintios 5:17)
Explicación: Pablo recuerda que todos fuimos pecadores antes de conocer a Cristo. No podemos olvidar de dónde nos sacó Dios, lo que nos ayuda a tratar con misericordia a los que aún no conocen la verdad.
Aplicación práctica: Cuando vemos personas viviendo en pecado, en lugar de juzgarlas, debemos recordar nuestra propia transformación y compartir con ellas el amor de Cristo. La iglesia debe ser un lugar de restauración y no de condenación.
Punto 3: La Salvación No por Obras, sino por la Misericordia de Dios
Versículo clave: «Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.» (Tito 3:5)
Versículo relacionado: «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.» (Efesios 2:8)
Explicación: Pablo enfatiza que la salvación no es por méritos humanos, sino por la misericordia de Dios. Es el Espíritu Santo quien regenera y transforma el corazón del creyente.
Aplicación práctica: Muchas personas creen que deben «hacer buenas obras» para ganarse el favor de Dios. Sin embargo, la Biblia enseña que la salvación es por gracia. Nuestras obras deben ser una respuesta de amor a la salvación, no un intento de ganarla.
Punto 4: Vivir con Sabiduría y Evitar Contiendas Innecesarias
Versículo clave: «Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho.» (Tito 3:9)
Versículo relacionado: «No tengas contienda con nadie sin razón, si no te han hecho agravio.» (Proverbios 3:30)
Explicación: Pablo advierte contra las discusiones sin propósito que solo traen división. Los cristianos deben enfocarse en el evangelio y no en debates innecesarios que alejan a las personas de Cristo.
Aplicación práctica: En el mundo actual, es fácil caer en discusiones en redes sociales o debates teológicos que no edifican. Debemos preguntarnos si nuestras palabras edifican o destruyen, y enfocarnos en lo que realmente importa: vivir y compartir el evangelio con amor.
Punto 5: La Importancia de Amonestar y Separarse de los Contenciosos
Versículo clave: «Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo.» (Tito 3:10)
Versículo relacionado: «Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos.» (1 Tesalonicenses 5:15)
Explicación: Pablo instruye a Tito a advertir a los que causan divisiones en la iglesia. Si después de varias advertencias no cambian, deben ser evitados para proteger la unidad del cuerpo de Cristo.
Aplicación práctica: A veces, hay personas dentro de la iglesia que generan conflictos constantes. Debemos ser pacientes y corregir con amor, pero también saber cuándo es necesario alejarnos de aquellos que solo buscan destruir la paz de la comunidad.
Conclusión
Tito 3 nos enseña a vivir de manera sabia, recordando que fuimos rescatados por la gracia de Dios. Debemos ser ciudadanos ejemplares, evitar contiendas inútiles y enfocarnos en el evangelio. Nuestra vida debe reflejar la misericordia y el amor de Cristo en todo momento.
Si alguna vez sientes que tu pasado te descalifica, recuerda que en Cristo eres una nueva criatura. Dios no te salvó por lo que hiciste, sino por su amor y misericordia. No permitas que las voces del enemigo te hagan dudar de tu identidad en Cristo. ¡Sigue adelante con fe!
Hoy, comprométete a vivir sabiamente, evitando contiendas innecesarias y mostrando la gracia de Dios en todo momento. Busca oportunidades para hacer el bien y reflejar la transformación que Dios ha hecho en tu vida.
Oración sugerida: “Señor, gracias por salvarme por tu misericordia y no por mis méritos. Ayúdame a vivir en obediencia, evitando contiendas y siendo un reflejo de tu amor. Enséñame a tratar a los demás con gracia y paciencia, así como tú me has tratado. En el nombre de Jesús, amén.”
Preguntas para Reflexión :
- 1. ¿Estoy siendo un ciudadano ejemplar y mostrando el carácter de Cristo en mi vida diaria?
- 2. ¿Recuerdo con gratitud de dónde Dios me sacó y trato con misericordia a los demás?
- 3. ¿Estoy confiando en la gracia de Dios o tratando de ganar su favor con mis obras?
- 4. ¿Cómo puedo evitar discusiones sin provecho y enfocarme en lo que realmente edifica?
- 5. ¿Estoy promoviendo la unidad en mi comunidad o permito que contiendas innecesarias me distraigan del evangelio?
