1 Juan 5:6-12 Estudio por Pastor Daniel Praniuk
Introducción
En el mundo actual, muchas personas tienen diferentes opiniones sobre Jesús. Algunos lo ven como un gran maestro, otros como un profeta, y algunos simplemente como un personaje histórico. Pero, ¿qué dice Dios acerca de su Hijo?
En 1 Juan 5:6-12, el apóstol Juan nos revela que Dios mismo ha dado testimonio acerca de Jesús, y este testimonio es la base de nuestra fe y vida eterna. Si queremos estar seguros de nuestra salvación, debemos conocer y aceptar el testimonio de Dios.
Este estudio nos ayudará a entender la importancia de este testimonio y cómo podemos vivir confiados en la verdad de Cristo.
Punto 1: Jesús vino por agua y sangre
Versículo clave: «Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.» (1 Juan 5:6)
Versículo relacionado: «Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.» (Juan 19:34)
Explicación: Juan enfatiza que Jesús vino «mediante agua y sangre», lo que ha sido interpretado de varias maneras.
- El agua puede referirse a su bautismo, donde Dios declaró que Jesús era su Hijo (Mateo 3:17).
- La sangre representa su sacrificio en la cruz, donde selló nuestra redención.
Algunos falsos maestros en la época de Juan afirmaban que Jesús solo era el Cristo en su bautismo, pero no en su muerte. Sin embargo, Juan deja claro que Jesús es el Cristo en su vida, su muerte y su resurrección.
Aplicación práctica: Nuestra fe no está basada en ideas humanas, sino en hechos históricos confirmados por Dios. Jesús no solo vino a enseñarnos, sino a morir por nosotros y darnos salvación.
Cada vez que dudemos de nuestra fe, recordemos que Dios mismo confirmó la identidad de Cristo.
Punto 2: El testimonio del Espíritu Santo
Versículo clave: «Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.» (1 Juan 5:6b)
Versículo relacionado: «Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad.» (Juan 16:13)
Explicación: El Espíritu Santo es el que nos convence de la verdad de Jesús. Desde la era apostólica hasta hoy, el Espíritu ha estado testificando en los corazones de los creyentes, confirmando que Jesús es el Hijo de Dios.
El Espíritu no nos engaña ni nos deja en duda. Su testimonio es claro y seguro, porque Él es la verdad.
Aplicación práctica: Si alguna vez hemos dudado de nuestra fe, debemos pedirle al Espíritu Santo que nos revele más de Cristo.
Además, debemos confiar en que el Espíritu nos guiará en nuestro caminar cristiano, ayudándonos a discernir la verdad del error.
Punto 3: El triple testimonio de Dios
Versículo clave: «Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.» (1 Juan 5:7-8)
Versículo relacionado: «En la boca de dos o tres testigos constará toda palabra.» (2 Corintios 13:1)
Explicación: Dios ha establecido tres testigos para confirmar la identidad de Jesús:
- El Espíritu Santo, que nos revela la verdad.
- El agua, representando el bautismo de Jesús y el comienzo de su ministerio.
- La sangre, su sacrificio en la cruz, sellando nuestra salvación.
En el contexto bíblico, un testimonio era válido si tenía al menos dos o tres testigos (Deuteronomio 19:15). Aquí, Dios nos da tres testigos infalibles que confirman que Jesús es el Hijo de Dios.
Aplicación práctica: No necesitamos buscar pruebas adicionales para nuestra fe. Dios ya ha dado un testimonio suficiente y confiable.
Nuestra responsabilidad es creer en este testimonio y vivir conforme a la verdad que Dios ha revelado.
Punto 4: Creer en el testimonio de Dios es tener vida
Versículo clave: «Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo.» (1 Juan 5:9)
Versículo relacionado: «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.» (Juan 14:6)
Explicación: Muchas veces confiamos en testimonios humanos sin cuestionarlos. Sin embargo, el testimonio de Dios es mayor que cualquier testimonio humano.
Él ha declarado que Jesús es su Hijo y el único camino a la salvación. Rechazar este testimonio es rechazar a Dios mismo.
Aplicación práctica: Debemos evaluar en qué estamos poniendo nuestra confianza. ¿Estamos creyendo más en lo que dice el mundo o en lo que dice Dios?
Si Dios ha testificado que Jesús es el Salvador, debemos aceptarlo con total confianza y vivir en esa verdad.
Punto 5: La vida eterna está en Jesús
Versículo clave: «El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.» (1 Juan 5:12)
Versículo relacionado: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.» (Juan 3:16)
Explicación: La vida eterna no se encuentra en religiones, filosofías o buenas obras. Solo se encuentra en Jesucristo.
Si tenemos a Jesús en nuestra vida, tenemos la garantía de la vida eterna. Pero si rechazamos a Cristo, estamos rechazando la única fuente de salvación.
Aplicación práctica: Si ya hemos aceptado a Cristo, debemos vivir con seguridad en nuestra salvación. Y si conocemos a alguien que aún no tiene a Jesús, debemos compartir este mensaje con él.
Conclusión
El testimonio de Dios sobre su Hijo es claro e innegable. Jesús es el Salvador, y solo en Él hay vida eterna.
Dios nos ha dado pruebas suficientes para creer. Ahora, la decisión es nuestra: ¿Aceptaremos el testimonio de Dios o lo rechazaremos?
Si alguna vez has dudado de tu fe, recuerda esto: Dios mismo ha dado testimonio de Jesús.
No estás solo en esta jornada. Dios te ama y ha provisto todo lo necesario para que vivas con seguridad en Cristo.
¡Aférrate a la verdad y vive con la certeza de que tienes vida eterna!
Hoy es el día para aferrarnos al testimonio de Dios. Cree en Jesús con todo tu corazón y vive con la confianza de que en Él tienes vida eterna.
Oración sugerida: «Señor, gracias por el testimonio que has dado acerca de Jesús. Ayúdame a confiar en tu Palabra y a vivir con la seguridad de la vida eterna en Cristo. Fortalece mi fe y ayúdame a compartir esta verdad con otros. En el nombre de Jesús, amén.»
Preguntas para Reflexión :
- 1. ¿Estoy confiando plenamente en el testimonio de Dios acerca de Jesús?
- 2. ¿Cómo puedo fortalecer mi fe en la verdad de Cristo?
- 3. ¿Estoy permitiendo que las dudas me alejen de Dios?
- 4. ¿De qué manera puedo compartir este testimonio con otros?
- 5. ¿Estoy viviendo con la seguridad de la vida eterna en Cristo?
