30 Días de Sabiduría - Día 29

30 Días de Sabiduría – Día 29: Sabiduría para Amar a los Demás Como Jesús lo Hizo

Estudio por Pastor Daniel Praniuk

Introducción

El amor es uno de los principios más fundamentales del cristianismo. Jesús, al vivir entre nosotros, nos enseñó cómo debemos amar a los demás. Sin embargo, amar de la manera en que Jesús lo hizo no siempre es fácil, especialmente cuando nos enfrentamos a personas difíciles o situaciones complicadas. Este estudio bíblico explora cómo la sabiduría divina nos capacita para amar a los demás con el mismo amor sacrificial, incondicional y redentor que Jesús mostró durante su tiempo en la tierra.

Punto 1: El amor de Jesús es incondicional

En Juan 13:34, Jesús nos dice: «Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros». El amor de Jesús no dependía de las acciones o actitudes de las personas hacia Él; Él amaba de manera incondicional. Este tipo de amor no busca recibir algo a cambio, sino que da sin esperar nada. La sabiduría divina nos enseña a amar de la misma manera: amando a otros sin condiciones, independientemente de si nos aman de vuelta o no. Este amor es el que debemos practicar, incluso con aquellos que nos hacen daño o nos lastiman.

Punto 2: Amar a los demás requiere sacrificio

En Juan 15:13, Jesús declara: «Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos». La sabiduría de Jesús nos muestra que el verdadero amor implica sacrificio. Amar como Jesús lo hizo significa estar dispuestos a poner las necesidades de los demás antes que las nuestras. En nuestra vida cotidiana, esto puede significar hacer sacrificios pequeños, como dar nuestro tiempo, o más grandes, como perdonar a alguien que nos ha hecho mal. La sabiduría de Dios nos ayuda a reconocer que el sacrificio es una parte esencial del amor verdadero.

Punto 3: El amor de Jesús es perdonador

En Lucas 23:34, mientras estaba en la cruz, Jesús oró: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». A pesar de que Jesús fue injustamente crucificado, Él perdonó a aquellos que le hicieron daño. La sabiduría de Jesús nos enseña que el amor verdadero está ligado al perdón. Amar a los demás no significa que siempre estemos de acuerdo con ellos o que no debamos poner límites, pero significa que debemos perdonar como Jesús perdonó. El perdón libera tanto a la persona que perdona como a la que es perdonada.

Punto 4: El amor de Jesús se extiende a nuestros enemigos

Mateo 5:44 nos instruye: «Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen». Jesús nos enseñó a amar incluso a aquellos que nos odian o nos persiguen. Esto es un desafío, pero la sabiduría divina nos da el poder de superar el odio con amor. Al seguir este mandato, no solo reflejamos el carácter de Cristo, sino que también rompemos las cadenas de la amargura y el rencor en nuestras vidas. Amar a nuestros enemigos es uno de los actos más poderosos de amor que podemos ofrecer.

Punto 5: El amor de Jesús se expresa a través del servicio a los demás

En Marcos 10:45, Jesús declara: «Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos». La sabiduría de Jesús nos enseña que el amor no se trata solo de palabras, sino de acción. El verdadero amor se expresa a través del servicio a los demás, poniéndolos primero, buscando su bienestar y ayudándoles sin esperar nada a cambio. Servir a los demás es una forma poderosa de demostrar el amor de Cristo, ya sea ayudando a un amigo en necesidad o sirviendo a aquellos que no pueden retribuirnos.

Conclusión

Amar como Jesús lo hizo requiere sabiduría divina, ya que el amor verdadero es sacrificial, incondicional, perdonador, extendido a los enemigos y se manifiesta a través del servicio. En cada una de estas áreas, necesitamos la sabiduría de Dios para reflejar el amor que Jesús nos mostró. Al seguir Su ejemplo, podemos impactar profundamente a las personas que nos rodean y demostrar el poder transformador del amor cristiano.

Hoy, comprométete a practicar el amor sacrificial en tu vida diaria. Pide a Dios que te dé sabiduría para amar incondicionalmente, perdonar a aquellos que te han herido, y servir a los demás con un corazón genuino. No esperes que las circunstancias sean perfectas; elige amar como Jesús lo hizo, incluso cuando sea difícil.