“No la entiendo” – Pero el Espíritu Santo es tu guía
Por Pastor Daniel Praniuk
Juan 14:26 , Salmo 119:130
Introducción
Es normal sentirse frustrado cuando abrimos la Biblia y no entendemos lo que dice. Algunos pasajes parecen complejos, antiguos o desconectados de la realidad actual. Pero Jesús prometió que no nos dejaría solos en nuestro camino espiritual: envió al Espíritu Santo, quien es nuestro maestro personal. Este estudio te ayudará a descubrir que no estás leyendo solo: Dios quiere enseñarte, paso a paso, y tú sí puedes entender Su Palabra.
Punto 1: El Espíritu Santo está contigo para enseñarte
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo… os enseñará todas las cosas.” (Juan 14:26)
Jesús sabía que la Biblia no siempre sería fácil de entender, por eso envió al Espíritu Santo. Él no solo vive en ti: está listo para explicarte, iluminarte y hacer que entiendas lo que necesitas para hoy. No necesitas un título en teología, necesitas disponibilidad.
Punto 2: La Palabra se aclara cuando decides meditar
“La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.” (Salmo 119:130)
No es cuestión de ser “inteligente”, sino de abrir el corazón. Cuando te detienes, relees, subrayas y piensas lo que Dios dice, Su luz comienza a brillar. Meditar es como darle vuelta a una semilla hasta que brota vida. Dios no premia la velocidad, premia la profundidad.
Punto 3: Empieza por lo claro, no por lo complicado
Muchos abandonan porque comienzan con libros difíciles como Levítico o Apocalipsis. Pero hay pasajes como los Evangelios, Salmos o Proverbios que son más directos y accesibles. Comienza por lo que es fácil de aplicar y deja que Dios te lleve más lejos con el tiempo.
Punto 4: Usa herramientas que te ayuden a entender
Una Biblia de estudio, devocionales como los de 15minutosdiarios.com, videos cristianos o incluso la comparación entre diferentes versiones pueden ayudarte a captar mejor el mensaje. Entender la Biblia no es cuestión de adivinar: es buscar con intención y paciencia.
Punto 5: La comprensión espiritual crece con el tiempo
No te frustres si hoy no entiendes todo. Así como aprendiste a leer poco a poco, también aprenderás a comprender la Biblia con el tiempo. Cada lectura suma, cada esfuerzo vale. Dios no espera que lo entiendas todo, solo que lo busques con sinceridad.
Conclusión
No te digas más “no la entiendo”. Dile a Dios: “Explícamela tú”. El Espíritu Santo es el mejor maestro que puedes tener, y Él no se frustra contigo. Mientras sigas leyendo con un corazón abierto, vas a crecer, paso a paso. Entender la Biblia no es un milagro instantáneo, es un fruto que madura con constancia.
Antes de leer hoy, haz una simple oración: “Espíritu Santo, ayúdame a entender lo que tú escribiste para mí”. Luego entra a 15minutosdiarios.com y sigue el estudio del día. Con el tiempo, verás cómo lo que antes te confundía, hoy empieza a cobrar sentido.
Preguntas para meditar
¿He sido paciente conmigo mismo en mi proceso de leer la Biblia?
¿He pedido ayuda al Espíritu Santo antes de leer?
¿Estoy empezando por pasajes adecuados a mi etapa espiritual?
¿Qué herramientas podría usar para mejorar mi comprensión?
¿Confío en que Dios puede darme entendimiento poco a poco?
