Serie: 8 Días para confiar en la provisión de Dios… Día 8: Descansar en el proveedor Eterno
Por Pastor Daniel Praniuk
Introducción
El dinero va y viene. A veces hay abundancia, otras veces escasez. Los mercados cambian, las monedas pierden valor, y la incertidumbre económica nunca desaparece del todo. En Latinoamérica, millones viven con ingresos inestables, y eso genera angustia. Pero la Biblia nos recuerda que, aunque las circunstancias varíen, la fidelidad de Dios permanece constante. El descanso verdadero no está en la cuenta bancaria, sino en el Dios que es nuestro Pastor.
“Jehová es mi pastor; nada me faltará.” (Salmo 23:1)
Punto 1: El dinero es inestable, pero Dios es firme
Los bienes materiales pueden desaparecer en un instante: una crisis económica, una enfermedad o un gasto inesperado. Sin embargo, Dios sigue siendo el mismo ayer, hoy y por siempre. Mientras lo material es temporal, Su provisión es eterna. Él es la roca en la que podemos descansar cuando todo lo demás se tambalea.
Punto 2: El Pastor conoce y cuida a Sus ovejas
David, quien escribió el Salmo 23, sabía lo que era cuidar ovejas. El pastor guía, protege y alimenta a su rebaño. Así es nuestro Señor: nos conduce por caminos seguros, nos protege del peligro y nos da lo que realmente necesitamos. Si Él es nuestro Pastor, entonces podemos confiar en que no viviremos en abandono.
Punto 3: Descansar en Dios es confiar más allá de la vista
A veces no vemos la provisión inmediatamente y eso genera ansiedad. Pero descansar en Dios significa creer que Él está obrando aunque no entendamos el cómo o el cuándo. Hebreos 11:6 dice que sin fe es imposible agradar a Dios. Descansar en Él es un acto de fe que trae paz y esperanza al corazón.
Punto 4: Jesús es la provisión más grande de Dios
El regalo más grande que Dios nos dio no es material, sino espiritual: Su Hijo Jesús. En la cruz, Cristo pagó nuestra deuda de pecado y abrió el camino a la vida eterna. Romanos 8:32 nos recuerda: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?” Quien recibe a Jesús recibe al verdadero Proveedor.
Punto 5: Hoy es el día para confiar en Cristo como Salvador
No basta con creer que Dios provee en lo material; lo más importante es recibir Su provisión espiritual. Jesús dijo en Juan 10:11: “Yo soy el buen pastor.” Él no solo guía, también salva. Hoy tienes la oportunidad de entregar tu vida a Cristo, descansar en Él como tu Salvador personal y confiar en que nada te faltará ni en esta vida ni en la eternidad.
Conclusión
El dinero puede faltar, pero Jesús nunca. El último paso en este camino de esperanza es confiar plenamente en que Él es nuestro Pastor y Proveedor eterno. En Sus manos encontramos descanso, seguridad y vida abundante.
Hoy, da el paso más importante: entrega tu vida a Cristo. Ora con fe: “Señor Jesús, reconozco que te necesito. Creo que moriste por mí y resucitaste para darme vida nueva. Hoy te recibo como mi Salvador y decido confiar en Ti como mi Pastor. Amén.”
Preguntas para reflexionar
- ¿En qué cosas he estado confiando más que en Dios?
- ¿Qué significa para mí que Jesús sea mi Pastor?
- ¿He recibido a Cristo como mi Salvador personal?
- ¿Qué miedos necesito rendirle hoy al Señor?
- ¿Cómo puedo ayudar a otros a descansar también en Dios?
