Mateo 20: 17-19

Introducción

En Mateo 20:17-19, Jesús predice por tercera vez su pasión, muerte y resurrección. Este breve pasaje es significativo porque muestra la determinación de Jesús de cumplir la voluntad de su Padre, incluso cuando sabe lo que le espera en Jerusalén. Estas palabras preparan a los discípulos para los eventos cruciales que se avecinan y destacan el camino del sufrimiento como parte integral del plan redentor de Dios.

1. Jesús dirige su camino hacia Jerusalén
   Versículo 17: «Subiendo Jesús a Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo…»
   Explicación: Jesús toma la iniciativa de llevar a sus discípulos a Jerusalén, sabiendo que allí enfrentará su muerte. Este versículo refleja la valentía y la determinación de Jesús de cumplir su misión redentora. Al tomar a sus discípulos aparte, Jesús muestra que está preparando a su círculo más cercano para los acontecimientos que se avecinan, subrayando la importancia de lo que está a punto de revelarles.

2. La predicción detallada de su sufrimiento
   Versículo 18: «He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte.»
   Explicación: Jesús predice que será entregado a las autoridades religiosas, quienes lo condenarán a muerte. Este versículo destaca la traición que Jesús enfrentará y el papel de las autoridades judías en su arresto y condena. Jesús se refiere a sí mismo como el «Hijo del Hombre», un título que enfatiza su humanidad y su papel como el Mesías que sufre por la humanidad.

3. La entrega a los gentiles
   Versículo 19a: «Y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen…»
   Explicación: Jesús predice que después de ser condenado por las autoridades judías, será entregado a los gentiles (los romanos), quienes lo someterán a burlas, azotes y crucifixión. Este versículo muestra cómo tanto judíos como gentiles estarán involucrados en su muerte, subrayando que su sacrificio es por toda la humanidad. La mención de la crucifixión anticipa la naturaleza cruel y vergonzosa de su muerte, pero también el cumplimiento de las Escrituras.

4. La resurrección al tercer día
   Versículo 19b: «…mas al tercer día resucitará.»
   Explicación: A pesar de la oscura predicción de su sufrimiento y muerte, Jesús termina con una declaración de victoria: su resurrección al tercer día. Este versículo es clave, ya que afirma que la muerte no será el final, sino que a través de su resurrección, Jesús vencerá al pecado y la muerte. Esta promesa de resurrección es una fuente de esperanza para sus discípulos y para todos los creyentes, ya que asegura que el sufrimiento en el camino de la fe conduce a la vida eterna.

5. La preparación para la misión redentora
   Reflexión general: En este pasaje, Jesús no solo informa a sus discípulos sobre lo que va a suceder, sino que los está preparando para comprender el propósito más profundo de su misión. A través de su sufrimiento, muerte y resurrección, Jesús cumplirá el plan redentor de Dios, abriendo el camino para la salvación de todos los que creen en él. Este pasaje es una invitación a meditar en el costo del discipulado y la promesa de vida eterna que se encuentra en Cristo.

Conclusión

Mateo 20:17-19 es un recordatorio poderoso de la misión de Jesús y de la inevitabilidad de su sufrimiento por nuestra redención. A pesar del dolor y la traición que sabía que enfrentaría, Jesús siguió adelante, movido por su amor por la humanidad y su obediencia al Padre. Este pasaje nos desafía a seguir a Jesús, incluso cuando el camino es difícil, confiando en la promesa de su victoria final sobre la muerte.

El llamado a la acción en este pasaje es claro: estamos llamados a seguir a Jesús, a pesar del sufrimiento que pueda venir. La cruz es una parte integral del camino cristiano, pero también lo es la esperanza de la resurrección. Debemos estar dispuestos a cargar nuestra cruz, confiando en que, al final, Jesús nos llevará a la vida eterna. Que esta predicción de Jesús nos inspire a vivir con valentía y esperanza, sabiendo que nuestro Salvador ha vencido al mundo.