Lucas 18:18-30

Lucas 18:18-30  Estudio por Pastor Daniel Praniuk

Introducción

El encuentro entre Jesús y el joven rico en Lucas 18:18-30 nos plantea un desafío profundo: ¿Qué estamos dispuestos a dejar para seguir a Cristo? Este pasaje aborda temas cruciales como la obediencia a la ley, el desapego de los bienes materiales y el sacrificio que implica buscar el Reino de Dios. Es una invitación a reflexionar sobre nuestras prioridades y a decidir si estamos dispuestos a entregar todo para recibir el tesoro eterno.

1. La pregunta esencial: ¿Cómo heredar la vida eterna?

Versículo: «Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?» (Lucas 18:18)
Explicación:
El joven rico se dirige a Jesús con respeto, llamándolo «Maestro bueno», pero su pregunta revela una visión centrada en las obras: «¿Qué haré?». Esto refleja una perspectiva común: buscar ganar el favor de Dios a través de méritos. Sin embargo, Jesús lo guía hacia una respuesta que trasciende las acciones externas, apuntando al corazón y la verdadera obediencia a Dios.


2. Obediencia a la ley no es suficiente

Versículo: «Los mandamientos sabes: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre.» Y él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud.» (Lucas 18:20-21)
Explicación:
El joven afirma haber cumplido los mandamientos, mostrando una vida moralmente correcta. Sin embargo, Jesús no contradice esta afirmación, sino que lo desafía a examinar su amor por Dios y por los demás. La obediencia a la ley es importante, pero no basta para heredar la vida eterna; lo esencial es una relación transformadora con Dios que nos lleve a rendirlo todo.


3. El desafío del desapego

Versículo: «Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.» (Lucas 18:22)
Explicación:
Jesús confronta al joven con su mayor obstáculo: el apego a las riquezas. Este llamado no implica que todos deban vender sus posesiones, sino que Jesús apunta al corazón del problema: su confianza estaba en lo material y no en Dios. Para seguir a Cristo, debemos estar dispuestos a renunciar a lo que ocupa el lugar de Dios en nuestras vidas.


4. La dificultad de los ricos para entrar al Reino de Dios

Versículo: «Al ver Jesús que se había entristecido, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas!» (Lucas 18:24)
Explicación:
Las riquezas no son malas en sí mismas, pero pueden convertirse en un obstáculo si ponemos nuestra confianza en ellas. Jesús utiliza la metáfora del camello y el ojo de una aguja para ilustrar que, humanamente, es imposible que alguien entre al Reino confiando en sus propios recursos. Esto subraya la necesidad de la gracia divina.


5. La promesa de recompensa eterna

Versículo: «Y Jesús les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, padres, hermanos, mujer o hijos por el Reino de Dios, que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.» (Lucas 18:29-30)
Explicación:
Jesús asegura a sus discípulos que cualquier sacrificio por el Reino de Dios será recompensado abundantemente. Aunque seguir a Cristo puede implicar renuncias, el regalo de la vida eterna y la comunión con Dios supera cualquier pérdida temporal. Esta promesa nos da esperanza y motivación para perseverar en nuestra fe.

Conclusión

El pasaje de Lucas 18:18-30 nos invita a evaluar nuestras prioridades y a examinar si hay algo que estamos poniendo por encima de nuestra relación con Dios. Jesús nos llama a confiar plenamente en Él, dejando atrás todo lo que nos impida seguirlo. Solo cuando rendimos nuestras vidas por completo, encontramos el verdadero tesoro: la vida eterna en comunión con nuestro Creador.

Seguir a Jesús no significa vivir sin desafíos, pero sí implica encontrar un propósito eterno y experimentar la verdadera libertad. Cuando dejamos nuestras cargas y confiamos en Él, descubrimos que las cosas que solíamos valorar no se comparan con el gozo de vivir para Su gloria. ¡Dios tiene grandes planes para quienes lo ponen primero! Atrévete a dar ese paso de fe, sabiendo que Él nunca te defraudará.

Evalúa si hay algo en tu vida que esté ocupando el lugar de Dios. Reflexiona sobre cómo puedes ser más generoso con tus bienes y talentos. Renueva tu compromiso de seguir a Cristo, sin importar el costo y Descansa en la promesa de que Dios te dará mucho más de lo que puedas imaginar.

Oración sugerida: Señor, enséñame a poner mi confianza en Ti por encima de todo. Ayúdame a soltar lo que ocupa el lugar que te pertenece en mi corazón y a seguirte con humildad y amor. Gracias por tu promesa de vida eterna. Amén.


Preguntas para Reflexión :

Libro de Lucas 2100 1050

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