1 Timoteo 6:11-19

1 Timoteo 6:11-19 Estudio por Pastor Daniel Praniuk

Introducción

En esta carta, el apóstol Pablo exhorta a Timoteo a huir de la codicia y a vivir con integridad, fe y amor. También le instruye sobre la importancia de usar los bienes materiales con sabiduría y generosidad.

En un mundo donde el éxito se mide por posesiones y riquezas, este pasaje nos recuerda que la verdadera riqueza está en nuestra relación con Dios y en nuestra fidelidad a su llamado.

Punto 1: Huir del mal y buscar la justicia

Versículo clave: «Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.» (1 Timoteo 6:11)

Versículo relacionado: «Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz.» (2 Timoteo 2:22)

Explicación: Pablo llama a Timoteo «hombre de Dios», destacando su identidad espiritual. Como creyentes, debemos alejarnos de todo lo que nos aleje de Dios, especialmente del amor al dinero y la corrupción.

En lugar de enfocarnos en riquezas pasajeras, Pablo nos invita a buscar la justicia, la piedad y el amor. La vida cristiana no es solo evitar el pecado, sino perseguir activamente lo que agrada a Dios.

Aplicación práctica: Evalúa tu vida. ¿Qué cosas necesitas dejar atrás para seguir más de cerca a Dios? Practica la paciencia y la fe en cada área de tu vida.

Punto 2: La lucha de la fe y el llamado eterno

Versículo clave: «Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado.» (1 Timoteo 6:12)

Versículo relacionado: «Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.» (Hebreos 12:1)

Explicación: La vida cristiana es comparada con una batalla y una carrera. Requiere esfuerzo, perseverancia y resistencia ante las dificultades.

La fe no es un sentimiento pasajero, sino una lucha diaria contra las tentaciones y distracciones del mundo. La vida eterna es nuestra meta y nuestra seguridad en Cristo.

Aplicación práctica: No te desanimes cuando enfrentes pruebas. Mantente firme en tu fe y confía en la promesa de Dios.

Punto 3: Dios es el único Soberano y digno de gloria

Versículo clave: «El bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad.» (1 Timoteo 6:15-16)

Versículo relacionado: «En su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.» (Apocalipsis 19:16)

Explicación: Pablo exalta la majestad de Dios. Él es el único Rey verdadero, el dueño de todo, el inmortal y soberano.

Hoy en día, muchas personas buscan poder y control sobre sus vidas. Pero solo Dios tiene autoridad absoluta. Reconocer su soberanía nos da paz, pues sabemos que Él tiene el control de nuestro futuro.

Aplicación práctica: Entrégale el control de tu vida a Dios. Confía en su soberanía en medio de la incertidumbre.

Punto 4: Advertencia a los ricos: No confiar en las riquezas

Versículo clave: «A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas.» (1 Timoteo 6:17)

Versículo relacionado: «El que confía en sus riquezas caerá, mas los justos reverdecerán como ramas.» (Proverbios 11:28)

Explicación: Pablo advierte contra el orgullo y la confianza en el dinero. La riqueza es inestable y no garantiza seguridad eterna.

Hoy, muchas personas encuentran su identidad en lo que poseen, pero la verdadera estabilidad viene de Dios. En lugar de confiar en lo material, debemos depender del Señor.

Aplicación práctica: Asegúrate de que tu confianza esté en Dios, no en tu cuenta bancaria o éxito profesional.

Punto 5: La generosidad y el verdadero tesoro

Versículo clave: «Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos, atesorando para sí buen fundamento para lo porvenir.» (1 Timoteo 6:18-19)

Versículo relacionado: «No os hagáis tesoros en la tierra… sino haceos tesoros en el cielo.» (Mateo 6:19-20)

Explicación: Pablo enseña que la verdadera riqueza no está en acumular, sino en dar. Dios bendice para que seamos de bendición a otros.

Muchas personas viven para sí mismas, acumulando posesiones sin pensar en la eternidad. Pero los verdaderos tesoros son las buenas obras y el impacto que dejamos en la vida de otros.

Aplicación práctica: Practica la generosidad. Ayuda a los necesitados, invierte en la obra de Dios y usa tus recursos para edificar su reino.

Conclusión

Pablo nos llama a vivir con propósito: huyendo del pecado, luchando la buena batalla, reconociendo la soberanía de Dios y confiando en Él, no en las riquezas.

El dinero es una herramienta, pero nuestra verdadera seguridad está en Cristo. La mayor inversión que podemos hacer es vivir para Dios y ser generosos con lo que tenemos.

Dios te ha llamado a una vida con propósito. No midas tu éxito por lo que posees, sino por lo que siembras en la vida de otros. Vive con fe, generosidad y confianza en Él, y descubrirás la verdadera riqueza.

Examina tus prioridades. ¿Estás persiguiendo las riquezas terrenales o invirtiendo en el reino de Dios? Esta semana, toma una decisión consciente de ser generoso, confiar en Dios y vivir con propósito.

Oración sugerida: “Señor, ayúdame a huir del pecado y a buscar tu justicia. Enséñame a pelear la buena batalla de la fe y a confiar en Ti más que en las riquezas. Que mi vida refleje tu amor y generosidad. En el nombre de Jesús, amén.”