Colosenses 3:1-4 Estudio por Pastor Daniel Praniuk
Introducción
Colosenses 3:1-4 nos invita a reflexionar sobre nuestra nueva identidad en Cristo y cómo esta transformación debe afectar nuestra forma de vivir. En Cristo, hemos sido resucitados espiritualmente y ahora somos llamados a buscar las cosas de arriba, a enfocar nuestra mente en lo eterno y vivir en coherencia con la nueva vida que Cristo nos ha dado. Pablo nos desafía a ver nuestras prioridades y actitudes a través de la perspectiva celestial, recordándonos que nuestra verdadera vida está oculta en Cristo, y es Él quien da sentido y propósito a todo lo que hacemos.
Punto 1: Buscar las Cosas de Arriba
Versículo clave: «Si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.» (Colosenses 3:1)
Versículo relacionado: «No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orinco rompen, y donde los ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orinco rompen, y donde los ladrones no minan ni hurtan.» (Mateo 6:19-20)
Explicación: Pablo comienza esta sección recordando a los creyentes que, si han resucitado con Cristo, su mirada y sus prioridades deben estar dirigidas hacia lo celestial. La resurrección de Cristo no solo es un hecho histórico, sino que nos trae una nueva realidad espiritual. Somos llamados a buscar y ansiar las cosas que provienen de Dios, y no las cosas temporales del mundo. Esto no significa que debamos vivir desconectados de la realidad diaria, sino que nuestra motivación interna debe ser distinta: vivir para Dios, buscando Su voluntad y Su reino en todo lo que hacemos.
Aplicación práctica: ¿Qué ocupa el centro de tus pensamientos y deseos? Reflexiona sobre cómo tus prioridades diarias reflejan tus deseos espirituales. ¿Estás buscando las cosas de arriba en medio de tus responsabilidades diarias?
Punto 2: Poner la Mente en las Cosas de Arriba
Versículo clave: «Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.» (Colosenses 3:2)
Versículo relacionado: «Pensad en las cosas de arriba, no en las de la tierra.» (Filipenses 4:8)
Explicación: Pablo nos exhorta a centrar nuestra mente en lo que es eterno, en lugar de lo temporal. El acto de poner nuestra mente en las cosas de arriba no es solo un esfuerzo mental, sino un compromiso del corazón. Al estar en Cristo, debemos cultivar una mentalidad celestial. Esto significa no dejarnos consumir por las preocupaciones mundanas, sino poner nuestro enfoque en lo que realmente importa: la gloria de Dios, la verdadera vida en Cristo, y las bendiciones espirituales que tenemos en Él. Este cambio de enfoque es lo que produce una transformación interior que impacta nuestras decisiones, actitudes y relaciones.
Aplicación práctica: ¿Cómo puedes ajustar tu mente para enfocarte más en las cosas de arriba? ¿En qué áreas de tu vida necesitas dejar ir las preocupaciones terrenales para poder enfocarte mejor en lo eterno?
Punto 3: Morir al Pecado
Versículo clave: «Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.» (Colosenses 3:3)
Versículo relacionado: «¿Qué, pues? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerlo, sois esclavos de aquel a quien obedecéis?» (Romanos 6:15-16)
Explicación: Pablo nos recuerda que hemos muerto al pecado. Nuestra antigua vida de rebeldía y egoísmo ha quedado atrás, y nuestra nueva vida en Cristo está escondida con Él en Dios. Este “escondite” no significa que estamos fuera del mundo, sino que nuestra identidad espiritual está asegurada en Cristo. El pecado ya no tiene poder sobre nosotros, ya que hemos sido crucificados con Él. Esta muerte al pecado es la base sobre la cual podemos vivir una nueva vida, libre de las cadenas del pasado. Vivir de acuerdo con esta verdad implica rechazar el pecado y abrazar nuestra nueva identidad en Cristo.
Aplicación práctica: ¿Cómo vives en la realidad de tu muerte al pecado? ¿Hay áreas en tu vida donde el pecado sigue teniendo influencia? Reflexiona sobre cómo la nueva identidad en Cristo te empodera para vivir libre del pecado y en obediencia a Dios.
Punto 4: Esperar la Manifestación de Cristo
Versículo clave: «Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria.» (Colosenses 3:4)
Versículo relacionado: «Y esperamos la aparición gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.» (Tito 2:13)
Explicación: Este versículo nos recuerda que nuestra esperanza final es la venida gloriosa de Cristo. Aunque ahora vivimos en un mundo lleno de dificultades, debemos esperar con anticipación ese momento en el que Cristo se manifestará en Su gloria y nosotros seremos transformados junto con Él. Esta esperanza futura no es una idea abstracta, sino un anhelo real y concreto que debe motivar nuestra vida diaria. Vivir en la expectativa de Su venida nos fortalece y nos da propósito, ayudándonos a mantener nuestros ojos puestos en lo eterno.
Aplicación práctica: ¿De qué manera la esperanza de la venida de Cristo afecta tu vida diaria? Reflexiona sobre cómo esta expectativa te puede dar fuerza para seguir adelante, especialmente cuando enfrentas desafíos.
Punto 5: Vivir con una Nueva Perspectiva en Cristo
Versículo clave: «Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria.» (Colosenses 3:4)
Versículo relacionado: «Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.» (Colosenses 3:1)
Explicación: Pablo nos recuerda que nuestra vida ahora está centrada en Cristo. Vivir de acuerdo con esta verdad significa que todos nuestros pensamientos, deseos y acciones deben estar dirigidos hacia Él. Esta nueva perspectiva no solo cambia nuestro futuro eterno, sino que también transforma nuestra vida diaria. Cada acción y decisión debe ser una expresión de nuestra nueva identidad en Cristo, donde vivimos en Su gloria y por Su propósito.
Aplicación práctica: ¿Cómo puedes vivir de manera más consciente de que tu vida está escondida con Cristo en Dios? Reflexiona sobre qué significa vivir para Cristo en tu vida cotidiana. ¿Qué cambios necesitas hacer para alinear tus deseos y acciones con lo que es eterno y glorioso?
Conclusión
Colosenses 3:1-4 nos desafía a vivir con una perspectiva celestial en lugar de enfocarnos en lo terrenal. Como creyentes, nuestra identidad está en Cristo, y debemos buscar las cosas de arriba, donde Él está. La vida que tenemos ahora es una vida resucitada en Él, y debemos vivir con la esperanza de Su venida gloriosa. Al comprender nuestra nueva identidad en Cristo, somos capacitados para vivir libre del pecado y con una perspectiva transformada que refleja la gloria de Dios.
Hoy, te invito a reflexionar sobre tu vida. ¿Estás buscando las cosas de arriba? ¿Tu mente está centrada en Cristo o en las preocupaciones del mundo? Vive hoy con la certeza de que estás completo en Cristo, y orienta tus deseos hacia lo eterno. Haz de Cristo tu centro y tu motivación, esperando con ansias Su gloriosa venida.
Oración Sugerida: “Señor, gracias por darme una nueva vida en Cristo. Ayúdame a enfocar mis pensamientos en las cosas de arriba y a vivir con una perspectiva celestial. Gracias porque en Cristo estoy completo y mi vida está segura en Ti. Te pido que me ayudes a rechazar las cosas terrenales que me desvían de Ti y a vivir con la esperanza de Tu venida. Amén.”
Preguntas para Reflexión :
- 1. ¿Qué significa para ti "buscar las cosas de arriba" en tu vida cotidiana?
- 2. ¿En qué áreas de tu vida necesitas cambiar tu enfoque de lo terrenal a lo eterno?
- 3. ¿Cómo puedes experimentar más la plenitud de vida que tienes en Cristo?
- 4. ¿De qué manera la esperanza de la venida de Cristo influye en tus decisiones diarias?
- 5. ¿Qué pasos puedes tomar para vivir en coherencia con tu nueva identidad en Cristo?
