Colosenses 3:18-25 Estudio por Pastor Daniel Praniuk
Introducción
En Colosenses 3:18-25, el apóstol Pablo nos presenta una serie de principios para vivir en armonía dentro de nuestras relaciones familiares y laborales. La carta de Pablo, dirigida a la iglesia de Colosas, ofrece instrucciones prácticas sobre cómo debemos comportarnos como cristianos en distintos contextos de la vida diaria.
A través de estos versículos, el apóstol exhorta a los esposos, esposas, padres, hijos, empleadores y empleados a vivir con amor, respeto y justicia. En cada uno de estos ámbitos, la fe cristiana debe ser la guía para nuestras actitudes y acciones, reflejando el carácter de Cristo en todas las relaciones. Este pasaje nos invita a practicar un evangelio vivido que se refleja en nuestras interacciones diarias.
Punto 1: La Sometimiento Mutuo en el Matrimonio
Versículo clave: «Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.» (Colosenses 3:18-19)
Versículo relacionado: «Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.» (Efesios 5:25)
Explicación: Pablo aborda las relaciones maritales en este pasaje, comenzando con un llamado a las esposas a ser sujetas a sus maridos, como una manera de reflejar el orden establecido por Dios. Este «sometimiento» no debe ser interpretado como una sumisión ciega o pasiva, sino como una actitud de respeto y apoyo mutuo dentro de la relación. La igualdad ante Dios se mantiene, pero en el contexto del matrimonio, Dios ha diseñado roles distintos para el hombre y la mujer que promueven el bienestar de la familia.
Por otro lado, Pablo exhorta a los maridos a amar a sus esposas. El amor aquí descrito no es un amor egoísta, sino un amor sacrificial, como el que Cristo tiene por la iglesia. El esposo debe tratar a su esposa con compasión y comprensión, evitando ser áspero o cruel en sus actitudes. Esta relación de mutua entrega y respeto es clave para la unidad en el hogar.
Aplicación práctica: ¿Cómo puedes vivir una relación de respeto mutuo y amor sacrificial con tu cónyuge? Reflexiona sobre cómo tus actitudes y acciones en el matrimonio pueden reflejar el amor de Cristo hacia la iglesia.
Punto 2: La Obediencia de los Hijos
Versículo clave: «Hijos, obedeced en todo a vuestros padres, porque esto agrada al Señor.» (Colosenses 3:20)
Versículo relacionado: «Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa.» (Efesios 6:2)
Explicación: Aquí, Pablo hace un llamado claro a los hijos a obedecer a sus padres en todo, porque esta obediencia es agradable a Dios. La obediencia filial es una expresión de honor y respeto hacia los padres, pero también una forma de obedecer a Dios. La obediencia no es simplemente un acto de sumisión externa, sino una actitud de corazón que busca agradar a Dios y vivir en paz en el hogar.
Es importante destacar que esta obediencia no es incondicional ni está exenta de límites. El llamado de Pablo no promueve la obediencia a padres que actúan en contra de la voluntad de Dios, sino que apunta a una relación de sabia y amorosa autoridad, donde el propósito de los padres es educar en el temor de Dios.
Aplicación práctica: ¿Cómo puedes honrar y obedecer a tus padres en el contexto actual? Reflexiona sobre las formas en que la obediencia y el respeto a los padres reflejan tu compromiso con Dios.
Punto 3: La Responsabilidad de los Padres
Versículo clave: «Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.» (Colosenses 3:21)
Versículo relacionado: «Y vosotros, padres, no hagáis enojar a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.» (Efesios 6:4)
Explicación: En este versículo, Pablo exhorta a los padres a no exasperar a sus hijos. Exasperar implica provocar frustración o ira, lo cual puede ocurrir cuando los padres imponen expectativas demasiado altas o muestran una actitud autoritaria y despectiva. Los padres son responsables de educar en el amor y la paciencia, enseñando a sus hijos con sabiduría y comprensión, evitando cargas innecesarias que puedan desanimar a los niños.
El cuidado de los padres debe estar marcado por el amor y la paciencia, y los padres deben ser conscientes de que sus palabras y acciones tienen un impacto profundo en la formación emocional y espiritual de sus hijos.
Aplicación práctica: ¿De qué manera puedes educar a tus hijos con amor y paciencia, evitando que se frustren o desilusionen? Reflexiona sobre cómo tu rol de padre o madre puede ser un reflejo del amor y la disciplina de Dios.
Punto 4: La Conducta de los Siervos
Versículo clave: «Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con sinceridad de corazón, temiendo a Dios.» (Colosenses 3:22)
Versículo relacionado: «Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.» (Colosenses 3:23)
Explicación: Aquí Pablo habla a los empleados o siervos, instruyéndolos a obedecer a sus amos terrenales con sinceridad y respeto, no solo cuando están siendo observados, sino con un corazón íntegro y en reverencia a Dios. La trabajo honesto y dedicado es una expresión de fidelidad a Dios, ya que en todo lo que hacemos, estamos trabajando para su gloria.
La actitud de trabajar con esfuerzo y dedicación no depende de la posición de la persona que nos dirige, sino de que trabajamos como si fuera para Dios, buscando agradarle en todo momento.
Aplicación práctica: ¿De qué manera puedes trabajar con integridad y dedicación, sabiendo que tu trabajo es una forma de servir a Dios? Reflexiona sobre cómo el temor a Dios puede transformar tu actitud hacia el trabajo diario.
Punto 5: La Justicia en la Autoridad
Versículo cave: «Pero el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciera, porque no hay acepción de personas.» (Colosenses 3:25)
Versículo relacionado: «Porque el Señor no hará acepción de personas.» (Efesios 6:9)
Explicación: Finalmente, Pablo concluye este pasaje recordando que Dios es justo y no hace acepción de personas. Aquellos que abusan de su autoridad o que cometen injusticias serán juzgados por Dios. Los amos, jefes o autoridades tienen la responsabilidad de tratar a sus empleados con justicia y equidad, ya que Dios es el juez último. Este versículo nos recuerda que Dios está atento a las injusticias, y que su justicia es imparcial.
En el ámbito laboral, es crucial que todos, tanto empleados como empleadores, se conduzcan con honestidad y respeto mutuo, sabiendo que tendrán que rendir cuentas ante Dios.
Aplicación práctica: ¿Cómo puedes practicar la justicia y la equidad en tus interacciones con los demás, ya sea como líder o subordinado? Reflexiona sobre cómo la justicia de Dios debe guiarte en todas tus relaciones.
Conclusión
En este pasaje, Pablo nos ofrece instrucciones prácticas para vivir como cristianos en nuestras relaciones familiares y laborales. Ya sea en el matrimonio, la familia, o en el trabajo, Dios nos llama a vivir con amor, respeto y justicia. Como creyentes, nuestro comportamiento debe ser un testimonio de nuestra nueva vida en Cristo, reflejando Su carácter en todas nuestras interacciones.
Vivir conforme a estos principios puede ser desafiante, pero recuerda que no estamos solos en este proceso. El Espíritu Santo nos capacita para vivir según la voluntad de Dios. Al ser conscientes de nuestra identidad en Cristo, podemos hacer de nuestras relaciones diarias un acto de adoración y servicio a Dios.
Hoy, haz un compromiso con vivir de acuerdo con los principios de Cristo en tus relaciones diarias. Ya sea en el hogar o en el trabajo, refleja la paciencia, el respeto y la justicia que Cristo mostró. Hazlo con la certeza de que todo lo que hagas, lo haces para la gloria de Dios.
Oración Sugerida: “Señor, gracias por Tu palabra que nos guía en todas nuestras relaciones. Te pido que me ayudes a vivir con amor y respeto en mi hogar, y a trabajar con integridad y dedicación en mi vida laboral. Que mi corazón siempre esté dispuesto a servir a los demás como a Ti. Te pido que me des la sabiduría y la paciencia necesarias para reflejar Tu amor y justicia en todo lo que haga. En el nombre de Jesús, amén.”
Preguntas para Reflexión :
- 1. ¿Cómo puedes aplicar el amor y el respeto en tu relación con tu cónyuge o familia?
- 2. ¿De qué manera puedes ser un buen ejemplo de obediencia para tus hijos?
- 3. ¿Cómo puedes educar a tus hijos sin exasperarlos ni desanimarlos?
- 4. En tu trabajo o escuela, ¿cómo puedes trabajar con sinceridad y dedicación, como si fuera para Dios?
- 5. ¿Cómo puedes practicar la justicia y la equidad en tus relaciones laborales o de autoridad?
