Serie: 8 Pasos para vencer la ansiedad... Día 2: Aprender a soltar el control... por Pastor Daniel Praniuk

Serie: 8 Pasos para vencer la Ansiedad… Día 2: Aprender a soltar el control

Por Pastor Daniel Praniuk

Introducción

En la cultura latina, crecemos con la idea de que debemos resolverlo todo por nosotros mismos. Trabajar duro, luchar sin descanso y no mostrar debilidad parecen ser señales de fortaleza. Sin embargo, la vida constantemente nos recuerda que no todo depende de nosotros. Llegan enfermedades, crisis económicas, conflictos familiares o cambios inesperados que escapan de nuestras manos. Cuando intentamos controlarlo todo y no lo logramos, la ansiedad se multiplica. El descanso verdadero comienza cuando reconocemos nuestras limitaciones y aprendemos a confiar en que Dios sigue al mando.

Punto 1: Reconocer que no todo está bajo nuestro control

Jesús nos recordó que no podemos añadir ni una hora a nuestra vida preocupándonos (Mateo 6:27). Aun así, intentamos cargar sobre nuestros hombros el peso del futuro. La ansiedad crece cuando creemos que todo depende de nosotros. Soltar el control no es rendirse a la suerte, sino aceptar que Dios tiene poder sobre lo que nosotros no podemos manejar.

Punto 2: Dios tiene un plan más grande que el nuestro

«Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.» (Jeremías 29:11).
Muchas veces la ansiedad surge cuando las cosas no salen como queremos. Pero los planes de Dios no se frustran. Confiar en Él significa descansar sabiendo que Su voluntad es mejor que nuestra estrategia, incluso cuando no la entendemos.

Punto 3: La quietud es un acto de fe

El Salmo 46:10 no es una invitación a la pasividad, sino a la confianza. Estar quietos delante de Dios es reconocer que Él es soberano. En medio de la tormenta, detenernos para orar, adorar y escuchar Su voz es un recordatorio de que no luchamos solos. La quietud espiritual alimenta la paz interior.

Punto 4: Soltar no significa desentenderse

Confiar en Dios no es cruzarse de brazos, sino hacer nuestra parte y dejar lo que no podemos resolver en Sus manos. Proverbios 16:3 nos enseña: “Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados.” Administrar lo que está bajo nuestro alcance y descansar en Dios en lo que no controlamos es el equilibrio que necesitamos.

Punto 5: El fruto de confiar: paz en medio de la tormenta

Filipenses 4:6-7 promete que, cuando presentamos nuestras peticiones a Dios en oración, Su paz guardará nuestros corazones y pensamientos. Esa paz no depende de que todo esté resuelto, sino de saber que Dios está con nosotros en cada paso. Aprender a soltar el control abre la puerta a experimentar esa paz sobrenatural que la ansiedad no puede apagar.

Conclusión

La ansiedad disminuye cuando reconocemos que no somos dueños absolutos de nuestra vida. Soltar el control es difícil porque toca nuestro orgullo, pero al hacerlo encontramos libertad. El descanso verdadero llega cuando dejamos de pelear solos y confiamos en que Dios sostiene lo que nosotros no podemos.

Hoy te invito a identificar una situación que te esté robando la paz porque intentas controlarla. Escríbela en un papel, preséntala en oración y dile a Dios: “Señor, no puedo con esto, pero confío en que Tú sí.” Hazlo con fe y descansa en Su soberanía.

Preguntas para reflexionar

1. ¿Qué áreas de mi vida intento controlar a toda costa?
2. ¿Qué siento cuando las cosas no salen como lo planeé?
3. ¿Cómo puedo practicar la quietud espiritual en mi día a día?
4. ¿Qué significa para mí encomendar mis obras a Dios?
5. ¿He experimentado la paz de Filipenses 4:6-7 al entregar mis cargas en oración?