Éxodo 35:1-3 Estudio por Pastor Daniel Praniuk
Introducción
En Éxodo 35:1-3, justo antes de iniciar la construcción del Tabernáculo, Moisés reúne al pueblo para recordarles una ordenanza fundamental: guardar el día de reposo. Aunque pareciera un simple recordatorio, el contexto nos revela algo más profundo: incluso en medio del trabajo sagrado, Dios llama a su pueblo a detenerse, a reconocer su soberanía y a descansar. Este breve pero poderoso pasaje nos enseña que el descanso no es una opción, sino una parte vital de la vida espiritual y de nuestra obediencia práctica.
Punto 1: La importancia de reunirnos bajo la dirección de Dios
Versículo clave: «Moisés convocó a toda la congregación de los hijos de Israel, y les dijo: Estas son las cosas que Jehová ha mandado que sean hechas.» (Éxodo 35:1)
Versículo relacionado: «No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre…» (Hebreos 10:25)
Explicación: Moisés reúne al pueblo para entregar la voluntad de Dios. No era un discurso personal, sino una ordenanza divina. El pueblo debía estar unido para recibir instrucciones, no cada uno en su propia opinión.
Aplicación práctica: Dios sigue hablando a su pueblo a través de su Palabra y la comunidad de fe. No podemos crecer espiritualmente si nos aislamos. Asistir a la iglesia, participar en estudios y convivencias cristianas fortalece nuestra obediencia. En una era donde muchos prefieren «ser cristianos sin iglesia», este llamado a congregarnos sigue vigente.
Punto 2: El trabajo también está sujeto a la voluntad de Dios
Versículo clave: «Seis días se trabajará…» (Éxodo 35:2a)
Versículo relacionado: «Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.» (Eclesiastés 3:1)
Explicación: Dios no desprecia el trabajo, pero le pone límites. Seis días son para trabajar, pero el séptimo es sagrado. Esto recuerda al pueblo que no todo gira en torno a la productividad o el esfuerzo humano.
Aplicación práctica: Hoy vivimos en una sociedad adicta al trabajo, donde el éxito se mide por la ocupación. Dios nos enseña equilibrio: trabajar sí, pero también descansar. Si no respetamos el ritmo divino, corremos el riesgo de agotarnos física y espiritualmente. ¿Estás trabajando más de lo que Dios quiere?
Punto 3: El día de reposo es santo: es para Dios, no solo para el descanso físico
Versículo clave: «…pero el séptimo día os será santo, día de reposo para Jehová.» (Éxodo 35:2b)
Versículo relacionado: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.» (Mateo 11:28)
Explicación: El día de reposo no es simplemente un día libre o de ocio. Es un día “para Jehová”. Es un tiempo apartado, no solo para no trabajar, sino para estar en comunión con Dios.
Aplicación práctica: ¿Aprovechas el domingo (u otro día de reposo) para conectarte con Dios o simplemente para entretenerte? El descanso que Dios ordena es más que físico; es espiritual. Él quiere restaurarte, hablarte, ministrarte. Haz de ese día un tiempo de calidad con el Señor.
Punto 4: La obediencia incluye respetar las advertencias divinas
Versículo clave: «Cualquiera que en él hiciere obra, morirá.» (Éxodo 35:2c)
Versículo relacionado: «No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos…» (Mateo 7:21)
Explicación: Esta advertencia puede parecer dura, pero refleja la seriedad con la que Dios toma su Palabra. El desobedecer el día de reposo no era algo menor, era una transgresión directa del pacto.
Aplicación práctica: Aunque hoy no morimos físicamente por desobedecer el día de descanso, sí sufrimos consecuencias: ansiedad, agotamiento, falta de dirección espiritual. La obediencia a Dios trae vida y paz. Ignorar sus instrucciones es dañino para nuestro cuerpo, mente y alma.
Punto 5: El descanso también implica dejar lo innecesario
Versículo clave: «No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de reposo.» (Éxodo 35:3)
Versículo relacionado: «Todo me es lícito, pero no todo conviene…» (1 Corintios 10:23)
Explicación: Encender fuego era una tarea común, pero también requería esfuerzo y preparación. Dios no quería que ni siquiera estas tareas pequeñas interrumpieran el carácter santo del día de reposo.
Aplicación práctica: Hay cosas que pueden parecer “normales” o pequeñas, pero que interfieren con tu descanso espiritual: redes sociales, estrés innecesario, compromisos evitables. Aprende a soltar incluso las “cosas menores” para descansar en Dios. Deja que tu alma respire.
Conclusión
Éxodo 35:1-3 nos recuerda que Dios nos llama a una vida de equilibrio, donde el trabajo es bendecido, pero el descanso es sagrado. El día de reposo no es una carga, sino una invitación a recordar que no somos esclavos del sistema, sino hijos del Dios que cuida de nosotros. Honrar el descanso es honrar a Dios.
Amado lector, en un mundo que corre sin detenerse, Dios te invita a algo contracultural: parar, respirar, confiar. Él no solo quiere que trabajes para vivir, sino que vivas para adorarlo, descansar en Él y renovar tus fuerzas. Tú no fuiste creado para estar agotado. Fuiste creado para disfrutar de Su presencia. El descanso en Dios es un regalo. Acéptalo con alegría. El día de reposo no es un obstáculo, ¡es un oasis para tu alma!
Tómate un momento para examinar cómo estás viviendo tus semanas. ¿Estás corriendo sin parar, sin espacio para respirar espiritualmente? Es hora de reorganizar tus prioridades. Haz del día de reposo un día para recargar tu espíritu. Aparta tiempo para estar con Dios, en comunidad, con tu familia, y restaurarte. La obediencia a este principio te traerá paz, claridad y dirección.
Oración sugerida: “Padre bueno, gracias porque Tú cuidas de mí en cada jornada. Enséñame a honrar el descanso como Tú lo estableciste. Ayúdame a no dejarme atrapar por el afán, el activismo o la ansiedad. Quiero obedecer tu Palabra y aprender a confiar más en ti. Gracias porque en tu presencia hay descanso para mi alma. En el nombre de Jesús, amén.”
Preguntas para Reflexión :
- 1. ¿Estoy honrando el día de reposo como Dios lo manda?
- 2. ¿Estoy descansando en Dios o solo deteniéndome físicamente?
- 3. ¿Qué cosas pequeñas o distracciones necesito eliminar en mi día de descanso?
- 4. ¿Qué impacto tendría en mi salud y mi fe si realmente dedicara un día a estar con Dios?
- 5. ¿Estoy enseñando a mi familia el valor del descanso y la obediencia a este mandamiento?
