Éxodo 38:21-23

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Éxodo 38:21-23 Estudio por Pastor Daniel Praniuk

Introducción

En Éxodo 38:21-23 se da un informe del uso de los materiales del Tabernáculo, junto con la mención de las personas responsables de la obra, especialmente Itamar, Bezalel y Aholiab. Este fragmento, aunque breve, revela el principio de la responsabilidad, la rendición de cuentas y la importancia de los dones personales en la obra de Dios. Nada que se hace para el Señor pasa desapercibido. En un mundo donde muchas veces los esfuerzos son ignorados o malinterpretados, este pasaje nos recuerda que Dios no solo ve, sino que valora, guía y capacita a quienes se dedican fielmente a su propósito.

Punto 1: La rendición de cuentas honra a Dios

Versículo clave: Estas son las cuentas del tabernáculo, el tabernáculo del testimonio, que fueron contadas por mandato de Moisés...” (Éxodo 38:21a)

Versículo relacionado: Así que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.” (Romanos 14:12)

Explicación: Moisés ordena que se presenten cuentas claras sobre todo lo que se ha hecho y usado en la construcción del Tabernáculo. Esto no es una muestra de desconfianza, sino un principio espiritual: la transparencia en todo lo que se maneja en el nombre de Dios.

Aplicación práctica: En nuestras iglesias, ministerios y vidas personales, debemos practicar la rendición de cuentas. Ser transparentes con el uso de recursos, el tiempo que dedicamos a Dios, e incluso con nuestras decisiones. Esto cultiva la integridad y fortalece la confianza entre los creyentes.

Punto 2: Dios asigna líderes fieles para administrar su obra

Versículo clave: “…por medio de los levitas, por mano de Itamar hijo del sacerdote Aarón.” (Éxodo 38:21b)

Versículo relacionado: Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.” (1 Corintios 4:2)

Explicación: Itamar, hijo de Aarón, representa la fidelidad sacerdotal. No cualquiera podía manejar las cuentas del Tabernáculo. Se requería a alguien que tuviera un corazón reverente y la capacidad de administrar con honestidad y temor de Dios.

Aplicación práctica: Dios sigue buscando personas íntegras para liderar y cuidar de Su obra. No se trata solo de habilidad, sino de carácter. Ya sea que administres una iglesia, un pequeño grupo, una familia o tus recursos personales, hazlo con fidelidad y temor de Dios.

Punto 3: Bezalel: talento con dirección divina

Versículo clave: Y Bezaleel hijo de Uri hijo de Hur, de la tribu de Judá, hizo todas las cosas que Jehová mandó a Moisés.” (Éxodo 38:22)

Versículo relacionado: Porque es Dios el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” (Filipenses 2:13)

Explicación: Bezalel no actuó por su propia cuenta. Aunque tenía talento, lo más importante es que siguió exactamente las instrucciones dadas por Dios a Moisés. Su habilidad estaba bajo dirección divina, no humana.

Aplicación práctica: Puedes tener talento para cantar, liderar, enseñar o emprender, pero si no lo colocas bajo la guía de Dios, corres el riesgo de usarlo mal. El éxito en la obra de Dios no se mide solo por el talento, sino por la obediencia al diseño divino.

Punto 4: La obra de Dios requiere colaboración

Versículo clave: Y con él estaba Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, artífice, diseñador…” (Éxodo 38:23a)

Versículo relacionado: Mejor son dos que uno… Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero.” (Eclesiastés 4:9-10)

Explicación: Aholiab complementó la obra de Bezalel. Ambos tenían habilidades distintas, pero un mismo propósito. No hay lugar para la competencia en la obra de Dios, sino para la cooperación guiada por el Espíritu.

Aplicación práctica: No estamos llamados a hacerlo todo solos. Dios une dones distintos para cumplir un propósito común. Valora y respeta el aporte de otros en tu iglesia o equipo. Reconoce que necesitas ayuda y sé humilde para trabajar en armonía.

Punto 5: Dones específicos para tareas sagradas

Versículo clave: “…bordador en azul, púrpura, carmesí y lino fino.” (Éxodo 38:23b)

Versículo relacionado: Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.” (1 Pedro 4:10)

Explicación: El trabajo del bordador requería precisión, buen gusto y mucha paciencia. Aholiab había recibido ese don particular. Dios no exige lo mismo de todos, sino que cada uno use el don que ha recibido para embellecer su obra.

Aplicación práctica: No menosprecies tu don. Tal vez no predicas, pero sabes diseñar, atender, escuchar, o aconsejar. Todos los dones tienen valor cuando se ponen al servicio del Señor. No se trata de hacer lo mismo, sino de usar lo que Dios te ha dado.

Conclusión

En estos versículos, vemos que Dios toma en cuenta cada tarea, cada persona, y cada don en su obra. La administración transparente, la fidelidad en la dirección, la obediencia a la visión, la cooperación entre hermanos y el uso adecuado de los dones son fundamentos que aún hoy sostienen la obra de Dios. Nada escapa de Su mirada, y todo lo que se hace en obediencia y con amor, Él lo honra.

Querido lector, tal vez sientas que lo que haces es pequeño o que nadie lo nota, pero Dios sí lo ve. Él valora al que corta, al que borda, al que lidera y al que limpia con amor. Tu labor en el Reino no es en vano. ¡Dios te ha equipado con un propósito! Levántate, confía en lo que Él ha puesto en tus manos, y sigue sirviendo con gozo. ¡Tú también estás bordando la gloria de Dios en esta generación!

Haz una revisión honesta de tu vida: ¿Estás siendo fiel en lo que Dios te ha encomendado? ¿Estás sirviendo con tus talentos o los has guardado por temor o comparación? Hoy, decide poner tus habilidades al servicio de Dios, colaborar con otros sin rivalidades y rendir cuentas con integridad. No importa cuán visible o pequeño parezca tu aporte, cuando lo haces para Dios, Él lo valora eternamente.

Oración sugerida: “Señor, gracias por recordarme que todo lo que hago para ti importa. Quiero vivir con integridad, administrar bien lo que me has dado, y trabajar en unidad con mis hermanos. Ayúdame a usar mis dones con humildad y obediencia. Que mi servicio, por sencillo que parezca, sea agradable ante ti. En el nombre de Jesús, amén.”

Preguntas para Reflexión :

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