Hechos 15:1-35

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Hechos 15:1-35  Estudio por Pastor Daniel Praniuk

Introducción

El capítulo 15 del libro de los Hechos de los Apóstoles nos presenta un evento crucial en la historia de la iglesia primitiva: el Concilio de Jerusalén. Este concilio tuvo lugar debido a un conflicto que surgió entre los cristianos de origen judío y los de origen gentil acerca de la necesidad de que los gentiles se circuncidaran y cumplieran con la ley mosaica para ser parte del pueblo de Dios. Este evento es un punto clave en la historia de la iglesia, pues define la relación entre la ley y la gracia, y establece principios sobre cómo resolver los desacuerdos dentro de la comunidad cristiana. Este artículo exegético aborda los puntos clave de Hechos 15:1-35, y nos invita a reflexionar sobre los principios que podemos aplicar en nuestra vida cristiana hoy.

Punto 1: El conflicto sobre la circuncisión

Versículo clave: «Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.» (Hechos 15:1)

Explicación: En este pasaje, vemos que algunos cristianos provenientes de Judea enseñaban que para ser verdaderamente salvos, los gentiles debían ser circuncidados y seguir la ley de Moisés. Esto generó un gran conflicto, pues contradecía la enseñanza de la salvación por gracia a través de la fe en Jesucristo. El apóstol Pablo y Bernabé no estaban de acuerdo con esta enseñanza, ya que sabían que la salvación no dependía de los ritos externos, sino de la fe en Cristo. Este conflicto llevó a una disputa que necesitaba ser resuelta de manera clara.

Versículo relacionado: «Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.» (Efesios 2:8-9)

Aplicación práctica: Es importante mantenernos firmes en la doctrina de la salvación por gracia. A veces surgen disputas y enseñanzas erróneas en nuestras comunidades cristianas. Es esencial que nos apoyemos en las Escrituras para resolver estos conflictos, siempre manteniendo el enfoque en la obra redentora de Cristo y no en los ritos o tradiciones humanas.

Punto 2: La reunión en Jerusalén

Versículo clave: «Y habiendo tenido gran discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo Dios escogió entre nosotros que los gentiles oirían por mi boca la palabra del evangelio y creyeran.» (Hechos 15:7)

Explicación: Después del conflicto, los apóstoles y los ancianos de la iglesia se reunieron en Jerusalén para discutir el asunto. Pedro, recordando la experiencia en la casa de Cornelio, defendió la posición de que Dios había aceptado a los gentiles sin necesidad de la circuncisión. Pedro subrayó que la salvación era por gracia, no por obras, y que el Espíritu Santo se derramó sobre los gentiles de la misma manera que sobre los judíos. Esta reunión mostró el liderazgo de la iglesia en la resolución de conflictos, buscando siempre la guía de Dios en decisiones clave.

Versículo relacionado: «Porque la promesa es para vosotros, para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.» (Hechos 2:39)

Aplicación práctica: Cuando enfrentemos desacuerdos en la iglesia, debemos seguir el ejemplo de los apóstoles: orar, reunirnos en unidad y buscar la dirección del Espíritu Santo. Debemos ser humildes al reconocer que Dios tiene un propósito más grande que nuestras opiniones personales.

Punto 3: La decisión del concilio

Versículo clave: «Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, enviar hombres escogidos de entre ellos a Antioquía con Pablo y Bernabé…» (Hechos 15:22)

Explicación: El concilio de Jerusalén concluyó que los gentiles no necesitaban ser circuncidados ni seguir la ley de Moisés para ser salvos. Sin embargo, para evitar que los gentiles ofendieran a los judíos creyentes, se les pidió que se abstuvieran de ciertas prácticas, como la idolatría, la inmoralidad sexual y el consumo de sangre. La carta que se envió a Antioquía, junto con Pablo y Bernabé, fue un testimonio de la unidad y el consenso en la iglesia primitiva. La decisión fue tomada en paz, buscando siempre el bien de todos los creyentes.

Versículo relacionado: «Por tanto, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.» (Romanos 15:1)

Aplicación práctica: El proceso de toma de decisiones en la iglesia debe estar basado en la unidad, el amor y el respeto mutuo. A veces, es necesario hacer concesiones para evitar que nuestras diferencias creen barreras entre nosotros. La iglesia debe ser un lugar de reconciliación, no de división.

Punto 4: La recepción de la carta y la alegría en Antioquía

Versículo clave: «Cuando ellos llegaron a Antioquía, reunieron a la congregación y entregaron la carta.» (Hechos 15:30)

Explicación: La recepción de la carta por parte de los creyentes en Antioquía fue un momento de gran alegría. Los gentiles, que no tenían que seguir las leyes judías, fueron confirmados en su fe y aceptados plenamente como parte del pueblo de Dios. Este versículo muestra cómo la resolución de los conflictos trae paz y unidad a la iglesia, y cómo la verdad del evangelio fortalece la fe de todos los creyentes, tanto judíos como gentiles.

Versículo relacionado: «El que recibe su testimonio, ese ha certificado que Dios es verdadero.» (Juan 3:33)

Aplicación práctica: Cuando recibimos buenas noticias sobre la obra de Dios, debemos compartirlas con alegría y gratitud. Las resoluciones que siguen la voluntad de Dios traen unidad y fortalecen a la iglesia. Estemos dispuestos a compartir y celebrar lo que Dios hace en nuestras vidas y en nuestras comunidades.

Punto 5: El fortalecimiento de la iglesia a través del conflicto resuelto

Versículo clave: «Y Pablo y Bernabé también se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos.» (Hechos 15:35)

Explicación: Una vez resuelto el conflicto, Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía para seguir enseñando y fortaleciendo a los creyentes. La resolución del conflicto trajo paz, pero también permitió que la iglesia creciera más en su fe y comprensión de la gracia de Dios. Este último versículo resalta la importancia de continuar edificando la iglesia, incluso después de la resolución de los desacuerdos.

Versículo relacionado: «Por tanto, el que piensa estar firme, mire que no caiga.» (1 Corintios 10:12)

Aplicación práctica: Después de resolver los conflictos, es crucial no dejar de fortalecer a la iglesia. Cada vez que resolvemos diferencias, debemos aprovechar la oportunidad para enseñar, edificar y restaurar relaciones. Esto permite que la iglesia avance en unidad y en la misión que Dios le ha encomendado.

Conclusión

El Concilio de Jerusalén en Hechos 15:1-35 fue un evento decisivo en la historia de la iglesia primitiva, donde se resolvió el conflicto sobre la circuncisión de los gentiles. Este pasaje nos enseña principios valiosos sobre cómo abordar los desacuerdos dentro de la iglesia, la importancia de la unidad y la gracia, y cómo la paz y el amor deben prevalecer sobre la ley y las tradiciones. A través de este evento, podemos aprender a resolver conflictos de manera bíblica, buscando siempre la guía de Dios y promoviendo la unidad en el cuerpo de Cristo.

Es momento de reflexionar sobre nuestra propia actitud frente a los conflictos en la iglesia. ¿Estamos dispuestos a buscar la unidad y la paz, o permitimos que las diferencias nos dividan? Dios nos llama a vivir en armonía, a amarnos los unos a los otros y a trabajar juntos para avanzar en Su misión. ¿Cómo vas a contribuir a la unidad de la iglesia?

Oración sugerida: “Señor, gracias por el ejemplo que nos das en Tu Palabra de cómo resolver conflictos con sabiduría y amor. Te pido que me des la humildad para reconocer cuando estoy equivocado, y la valentía para buscar siempre la unidad en la iglesia. Ayúdame a ser un instrumento de paz y reconciliación, y a vivir conforme a Tu voluntad. En el nombre de Jesús, amén.”


Preguntas para Reflexión :

Libro de Hechos 800 400

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