Hechos 5:12-16 Estudio por Pastor Daniel Praniuk
Introducción
En Hechos 5:12-16, se nos presenta un panorama de la iglesia primitiva, en el cual se manifiestan señales y prodigios realizados por los apóstoles, acompañados por un creciente temor y respeto hacia el poder de Dios. A pesar de la persecución y las dificultades, la iglesia experimentó una expansión y el testimonio de la resurrección de Jesús se siguió extendiendo con poder. En este pasaje, vemos cómo el Espíritu Santo respalda la predicación del evangelio con milagros y sanidades, mostrando que Dios está trabajando a través de Su pueblo para sanar, liberar y transformar vidas.
A lo largo de este artículo, reflexionaremos sobre cinco lecciones clave que podemos aprender de estos versículos, y cómo podemos aplicar estos principios a nuestra vida cristiana en la actualidad.
Punto 1: La Manifestación del Poder de Dios a través de los Apóstoles
Versículo clave: «Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios entre el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.» (Hechos 5:12)
Versículo relacionado: Marcos 16:20 – «Y ellos salieron, y predicaron en todas partes, ayudados por el Señor, y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.»
Explicación: Este versículo resalta que las señales y los milagros realizados por los apóstoles fueron una confirmación de la verdad del mensaje que estaban proclamando. Estos prodigios servían como una validación de la autoridad y el poder de los apóstoles, y de la resurrección de Jesús. En el contexto del cristianismo primitivo, los milagros eran una herramienta poderosa para atraer la atención de la gente y confirmar la autenticidad del mensaje. El poder de Dios se manifestó a través de la obediencia de los apóstoles, quienes, guiados por el Espíritu Santo, fueron instrumentos de sanidad y restauración.
Aplicación práctica: Hoy, Dios sigue siendo el mismo, y aunque no todos los creyentes somos llamados a realizar milagros como los apóstoles, podemos ser testigos del poder de Dios en nuestras vidas diarias. ¿Estás dispuesto a ser un instrumento de Dios, dejando que Su poder fluya a través de ti, ya sea en palabras de aliento, actos de amor o incluso en la oración por sanidad?
Punto 2: La Unidad de los Creyentes
Versículo clave: «Y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.» (Hechos 5:12b)
Versículo relacionado: Filipenses 2:2 – «Completad mi gozo, siendo de un mismo sentir, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.»
Explicación: La unidad de los creyentes en la iglesia primitiva era clave para la obra de Dios. En un ambiente marcado por la persecución y las dificultades, la iglesia se mantenía unida, no solo en la predicación del evangelio, sino también en la adoración, la oración y el compañerismo. Estaban todos «unánimes», lo que denota un sentido profundo de comunión y propósito compartido. La unidad de la iglesia era un testimonio del amor y la gracia de Dios, y un factor fundamental en la efectividad de la predicación del evangelio.
Aplicación práctica: La unidad es esencial en el cuerpo de Cristo. Cuando estamos unidos en propósito y amor, podemos ser más efectivos en nuestra misión. La división, el conflicto y la desunión son obstáculos que impiden que el poder de Dios se manifieste plenamente en nuestras vidas y en nuestras comunidades. ¿Cómo puedes fomentar la unidad en tu iglesia o grupo de creyentes? ¿Estás contribuyendo a la paz y armonía entre tus hermanos en la fe?
Punto 3: El Temor y el Respeto hacia el Poder de Dios
Versículo clave: «Pero de los otros, ninguno osaba juntarse con ellos, aunque el pueblo los alababa.» (Hechos 5:13)
Versículo relacionado: Proverbios 9:10 – «El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.»
Explicación: El «temor» que se menciona aquí no es un miedo paralizante, sino un profundo respeto y reverencia por el poder de Dios que se manifestaba a través de los apóstoles. Aunque la iglesia estaba viendo grandes milagros, aquellos que no eran parte de la comunidad cristiana se sentían inseguros de unirse, debido a la santidad y el poder evidente en medio de los creyentes. Este «temor» era un recordatorio de que Dios es santo y justo, y que Su presencia demanda reverencia.
Aplicación práctica: El temor de Dios es esencial para vivir una vida cristiana íntegra. Nos recuerda que estamos delante de un Dios santo, y que nuestras acciones deben reflejar Su santidad. Cuando vemos la obra de Dios en nuestras vidas y en nuestra comunidad, debemos aprender a respetar Su poder y actuar con reverencia. ¿Cómo puedes cultivar un mayor respeto por la santidad de Dios en tu vida diaria? ¿Estás viviendo con la conciencia de Su presencia y poder?
Punto 4: El Crecimiento de la Iglesia
Versículo clave: «Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres.» (Hechos 5:14)
Versículo relacionado: Hechos 2:47 – «Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.»
Explicación: El crecimiento de la iglesia primitiva fue un resultado directo de la predicación valiente y el testimonio genuino de los apóstoles, acompañados por las señales y maravillas de Dios. La gente reconocía que había algo sobrenatural en lo que estaba sucediendo, y muchos se unían al cristianismo. La iglesia no solo crecía numéricamente, sino que también se expandía en términos de su influencia espiritual, al demostrar el poder transformador de Cristo en sus vidas.
Aplicación práctica: El crecimiento de la iglesia no depende solo de nuestras estrategias o esfuerzos humanos, sino de la intervención divina. Dios es quien da el aumento. Sin embargo, nuestra fidelidad al testimonio de Cristo, nuestra unidad y la manifestación del poder de Dios en nuestras vidas pueden atraer a otros a la fe. ¿Estás siendo un testimonio fiel del poder de Dios en tu vida? ¿Cómo puedes contribuir al crecimiento de la iglesia, no solo en números, sino también en madurez espiritual?
Punto 5: La Sanidad y Restauración en el Nombre de Jesús
Versículo clave: «De tal manera que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al menos la sombra de Pedro, al pasar, cubriese a alguno de ellos. Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.» (Hechos 5:15-16)
Versículo relacionado: Mateo 9:35 – «Y recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellas, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.»
Explicación: Los milagros de sanidad que acompañaban el ministerio de los apóstoles eran una manifestación directa del poder de Jesús, quien había prometido que aquellos que creyeran en Él harían las mismas obras que Él hizo (Juan 14:12). La gente buscaba la sanidad, y muchos se acercaban para ser sanados por la fe en el poder del nombre de Jesús. Estos milagros no solo servían para sanar, sino para mostrar que el Reino de Dios había llegado y estaba transformando vidas.
Aplicación práctica: Hoy, el nombre de Jesús sigue teniendo poder para sanar, liberar y restaurar. Si bien no todos los milagros que vemos en el Nuevo Testamento se repiten de la misma forma, Dios sigue actuando poderosamente en nuestras vidas. ¿Estás dispuesto a confiar en el poder de Jesús para sanar tus heridas, físicas, emocionales o espirituales? ¿Cómo puedes ser un instrumento de sanidad y restauración para los demás en tu comunidad?
Conclusión
En Hechos 5:12-16, vemos cómo la iglesia primitiva, guiada por el poder del Espíritu Santo, experimentó un tiempo de gran influencia y expansión. A través de señales, prodigios y una unidad sólida, los apóstoles fueron instrumentos de la obra de Dios, y la iglesia creció tanto en número como en poder. Este pasaje nos recuerda que Dios sigue obrando poderosamente a través de Su pueblo. Si somos fieles y obedientes, podemos ver Su poder manifestarse en nuestras vidas y comunidades.
Hoy, te invito a considerar cómo puedes ser un instrumento de poder y unidad en la iglesia. ¿Estás dispuesto a dejar que el Espíritu Santo te use de manera sobrenatural para sanar, restaurar y compartir el evangelio con los demás? Vamos a orar para que Dios nos llene con Su poder y nos guíe en la expansión de Su Reino.
Oración Sugerida: “Señor, gracias por Tu poder y por permitirnos ser parte de Tu obra en la tierra. Te pido que nos llenes de Tu Espíritu Santo, para que podamos ser instrumentos de sanidad, restauración y predicación de Tu palabra. Ayúdanos a vivir en unidad y a ser testigos fieles de Tu gloria. En el nombre de Jesús, amén.”
Preguntas para Reflexión :
- 1. ¿Qué áreas de mi vida necesito entregar al poder de Dios para experimentar una transformación?
- 2. ¿Cómo puedo contribuir a la unidad en la iglesia y al crecimiento del cuerpo de Cristo?
- 3. ¿Cómo estás experimentando la sanidad y restauración de Jesús en tu vida diaria?
- 4. ¿Qué milagros o prodigios has visto en tu vida que reflejan el poder de Dios?
- 5. ¿Qué pasos puedes tomar para ser un testimonio más visible de la gloria de Dios en tu comunidad?

2 Comentarios
Buen día. Si pudieran enviar devocional a mi correo diariamente.
Bendiciones.
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