Juan 1:19-28

Juan 1:19-28  Estudio por Pastor Daniel Praniuk

Introducción

En este pasaje, Juan el Bautista proclama su papel como el precursor de Cristo. Su humildad y claridad en señalar a Jesús como el Mesías nos ofrecen valiosas lecciones sobre nuestra propia relación con Dios y nuestra misión en el mundo. Exploraremos cómo su testimonio revela la identidad de Cristo y cómo podemos reflejar esa misma actitud en nuestras vidas.

Punto 1: La Identidad de Juan el Bautista

Versículo clave: “Y este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres?” (Juan 1:19)

Explicación: Los líderes religiosos querían saber quién era Juan el Bautista, pues su predicación y bautismos atraían multitudes. Él no buscó exaltar su identidad, sino señalar a Cristo.

Aplicación práctica: Nuestra vida y acciones deben reflejar a Cristo, no buscar nuestra propia gloria. Como Juan, somos llamados a ser testigos que guían a otros hacia Jesús.

Punto 2: Reconocimiento de su Rol

Versículo clave: “Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo.” (Juan 1:20)

Explicación: Juan dejó claro que no era el Mesías, mostrando humildad y comprensión de su rol como precursor. Reconoció que su propósito era preparar el camino para Jesús.

Aplicación práctica: Al igual que Juan, debemos entender nuestro llamado. Cada uno de nosotros tiene un propósito en el plan de Dios: apuntar hacia Jesús.

Punto 3: La Voz que Clama en el Desierto

Versículo clave: “Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.” (Juan 1:23)

Explicación: Citando Isaías 40:3, Juan define su misión. Su llamado era urgente: preparar a las personas para recibir al Mesías.

Aplicación práctica: En nuestra vida diaria, también somos llamados a preparar el camino para que otros conozcan a Jesús, proclamando con nuestras palabras y acciones la verdad del Evangelio.

Punto 4: La Superioridad de Cristo

Versículo clave: “Después de mí viene uno a quien yo no soy digno de desatar la correa del calzado.” (Juan 1:27)

Explicación: Juan destacó la grandeza de Jesús, mostrando su reverencia y humildad. Reconoció que, aunque su ministerio era significativo, Cristo era infinitamente superior.

Aplicación práctica: Mantén siempre a Jesús en el centro de tu vida, reconociendo su supremacía. Cultiva una actitud de humildad y reverencia hacia Él.

Punto 5: El Testimonio de un Siervo Fiel

Versículo clave: “Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.” (Juan 1:28)

Explicación: Juan el Bautista cumplía fielmente su ministerio en el lugar que Dios había dispuesto. Fue un testigo comprometido y obediente.

Aplicación práctica: Sirve a Dios con fidelidad, sea cual sea tu llamado. En cualquier lugar o circunstancia, tu obediencia puede impactar la vida de otros.

Conclusión

El testimonio de Juan el Bautista nos enseña humildad, obediencia y dedicación a la misión que Dios nos encomienda. Reconoció su lugar en el plan divino, apuntando siempre a Cristo como el Salvador. Como seguidores de Jesús, también somos llamados a reflejar su luz y preparar corazones para recibirlo.

Este pasaje nos recuerda que no necesitamos ser perfectos ni tener todas las respuestas para ser usados por Dios. Como Juan, podemos simplemente ser una «voz» que proclame su grandeza. No subestimes lo que Dios puede hacer a través de tu vida, por pequeña que parezca tu contribución. Cada palabra y acción que apunta a Jesús tiene un impacto eterno.

Sé una voz en tu entorno que proclame la verdad de Cristo. Reflexiona sobre cómo estás utilizando tus talentos y oportunidades para señalar a Jesús. Vive con humildad y propósito, guiando a otros hacia el amor y la salvación de Dios.

Oración Sugerida: “Señor, gracias por llamarme a ser tu testigo. Ayúdame a vivir con humildad y fidelidad, señalando siempre hacia Jesús. Dame fuerza para cumplir mi propósito y preparar corazones para recibirte. Que mi vida sea un reflejo de tu amor y tu verdad. Amén.”