Juan 20:24-29

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Juan 20:24-29  Estudio por Pastor Daniel Praniuk

Introducción

El pasaje de Juan 20:24-29 nos presenta el relato conocido como «la incredulidad de Tomás». A través de este texto, podemos explorar temas como la duda, la evidencia de la resurrección de Cristo y la bendición de creer sin haber visto. Tomás, conocido como el discípulo que dudó, encuentra en su encuentro con Jesús una transformación que nos invita a reflexionar sobre la fe y la confianza en Dios. Este pasaje no solo aborda la restauración de la fe de Tomás, sino que también ofrece una bienaventuranza especial para todos aquellos que creen sin ver.

Punto 1: La duda de Tomás

Versículos claves: «Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron, pues, los otros discípulos: Hemos visto al Señor. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.» (Juan 20:24-25)

Explicación: Tomás, al no haber estado presente cuando Jesús se apareció a los otros discípulos, manifiesta una actitud de escepticismo. Su exigencia de pruebas tangibles refleja una lucha interna que muchos enfrentamos: creer en lo que no podemos ver o tocar. La duda de Tomás no es una muestra de incredulidad permanente, sino una expresión de su deseo de certeza. Este punto nos invita a considerar cómo manejamos nuestras propias dudas y cómo podemos buscar respuestas en Dios con sinceridad.

Punto 2: La respuesta de Jesús a las dudas

Versículos claves: «Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.» (Juan 20:26-27)

Explicación: Jesús, con amor y paciencia, no reprende a Tomás por su duda, sino que le ofrece la evidencia que necesita. La invitación de Jesús a tocar sus heridas es una muestra de Su gracia y comprensión hacia nuestras luchas de fe. Este momento refleja el deseo de Dios de ayudarnos a superar nuestras dudas y fortalecer nuestra confianza en Él.

Punto 3: La confesión de fe de Tomás

Versículo clave: «Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!» (Juan 20:28)

Explicación: El encuentro con Jesús transforma completamente a Tomás. Su confesión no solo reconoce a Jesús como su Señor, sino también como Dios. Este momento es clave, ya que Tomás pasa de la duda a una fe plena y adoración sincera. Esto nos recuerda que nuestras dudas, cuando son llevadas a Jesús, pueden convertirse en una fe más profunda y madura.

Punto 4: La bienaventuranza de creer sin ver

Versículo clave: «Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.» (Juan 20:29)

Explicación: Aquí Jesús proclama una bendición especial para todos aquellos que, a lo largo de los siglos, creerán en Él sin necesidad de pruebas físicas. Esta bienaventuranza destaca la importancia de la fe basada en el testimonio y la Palabra de Dios. Es un recordatorio de que nuestra fe no depende de lo que vemos, sino de confiar en el carácter y las promesas de Dios.

Punto 5: La fe que trasciende las circunstancias

El testimonio de Tomás nos muestra que incluso en medio de la duda, Dios está dispuesto a revelarse a nosotros. La fe no siempre implica ausencia de dudas, sino la disposición de buscar a Dios en medio de ellas. Este pasaje nos anima a vivir una fe activa que no se detiene ante la incertidumbre, sino que avanza confiando en Su presencia y fidelidad.

Conclusión

El relato de Tomás nos enseña que Dios no rechaza nuestras dudas, sino que nos invita a acercarnos a Él con honestidad. A través de su encuentro con Jesús, Tomás encontró una fe que transformó su vida. Esta misma invitación está abierta para nosotros hoy.

Querido/a amigo/a, no tengas miedo de tus dudas. Ellas no definen tu fe, sino que pueden ser el camino hacia una relación más profunda con Dios. Jesús siempre está dispuesto a encontrarte donde estés, incluso en medio de la incertidumbre. Él es fiel para fortalecerte y guiarte hacia una fe más segura y firme.

¿Estás enfrentando dudas en tu fe? Lleva esas preguntas y luchas a los pies de Jesús. Él no te rechazará; al contrario, te recibirá con paciencia y amor. Cree en Sus promesas y vive una vida que refleje esa fe.

Oración sugerida: «Señor, gracias por tu paciencia y amor. Como Tomás, a veces dudo y busco pruebas, pero sé que Tú siempre estás dispuesto a revelarte. Ayúdame a confiar en Ti incluso cuando no vea el camino claro. Aumenta mi fe y haz que mi vida sea un testimonio de tu poder y gracia. En el nombre de Jesús, amén.»


Preguntas para Reflexión :

Libro de Juan 2

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