Judas 1:24-25 Estudio por Pastor Daniel Praniuk
Introducción
Los versículos finales de la carta de Judas son una doxología, una alabanza a Dios que nos recuerda Su poder, fidelidad y gloria. Después de advertirnos sobre los falsos maestros y la necesidad de permanecer en la fe, Judas concluye con una verdad poderosa: es Dios quien nos guarda y nos da la victoria final.
En un mundo lleno de incertidumbre, es fácil desanimarse. Sin embargo, este pasaje nos asegura que Dios nos sostiene y nos llevará sin mancha a Su presencia gloriosa.
Este estudio nos ayudará a entender cómo Dios nos preserva y por qué podemos confiar plenamente en Él.
Punto 1: Dios tiene el poder para guardarnos del tropiezo
Versículo clave: «Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída…» (Judas 1:24a)
Versículo relacionado: «Fiel es el Señor, quien os afirmará y guardará del mal.» (2 Tesalonicenses 3:3)
Explicación: Dios tiene el poder de guardarnos y protegernos del pecado. Si bien podemos tropezar en nuestra vida cristiana, Su gracia nos sostiene para que no caigamos de manera definitiva.
La vida cristiana está llena de desafíos: tentaciones, pruebas y ataques del enemigo. Si confiamos solo en nuestra fuerza, fallaremos. Pero si dependemos de Dios, Él nos sostendrá.
Aplicación práctica:
- No confiar en nuestra propia capacidad para mantenernos firmes, sino en la fortaleza de Dios.
- Cuando nos sintamos tentados o débiles, recordar que Dios nos guarda y nos ayuda a resistir.
- Orar diariamente, pidiendo que Él nos sostenga y nos fortalezca en los momentos difíciles.
Dios no solo nos salva, sino que nos sostiene para que no caigamos en el pecado y en la desesperación.
Punto 2: Dios nos presenta sin mancha delante de Su gloria
Versículo clave: «…y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría.» (Judas 1:24b)
Versículo relacionado: «Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla y presentársela gloriosa, sin mancha ni arruga.» (Efesios 5:25-27)
Explicación: A pesar de nuestras debilidades, Dios tiene el propósito de llevarnos a Su presencia sin mancha y con gozo. Esto es posible gracias a la obra redentora de Cristo en la cruz.
Dios no nos ve como pecadores derrotados, sino como santos redimidos por la sangre de Jesús.
Aplicación práctica:
- Recordar que nuestra santidad no depende de nuestro esfuerzo, sino de la obra de Cristo en nosotros.
- Vivir con la seguridad de que Dios está transformándonos día a día para presentarnos sin mancha ante Él.
- En lugar de desanimarnos por nuestras fallas, acudir a Dios en arrepentimiento, confiando en Su gracia.
Un día, estaremos ante Dios sin culpa y con gozo. Esa es nuestra esperanza gloriosa en Cristo.
Punto 3: Dios es nuestro único Salvador
Versículo clave: «Al único y sabio Dios, nuestro Salvador…» (Judas 1:25a)
Versículo relacionado: «Yo, yo soy el Señor, y fuera de mí no hay quien salve.» (Isaías 43:11)
Explicación: Judas nos recuerda que solo Dios puede salvarnos. No hay otro camino, otra verdad ni otra esperanza fuera de Él.
El mundo ofrece muchas falsas salvaciones: éxito, riqueza, placeres o filosofías humanas. Sin embargo, solo Dios tiene el poder para darnos vida eterna y librarnos del pecado.
Aplicación práctica:
- No confiar en sistemas humanos, religiones o esfuerzos propios para alcanzar la salvación.
- Vivir con gratitud, reconociendo que Cristo pagó el precio de nuestra redención.
- Compartir con otros la verdad de que solo en Jesús hay salvación.
Dios no solo nos guarda, sino que Él mismo es nuestra salvación.
Punto 4: Dios merece toda la gloria y majestad
Versículo clave: «Sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos.» (Judas 1:25b)
Versículo relacionado: «Porque de Él, y por Él, y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos. Amén.» (Romanos 11:36)
Explicación: Dios no solo es nuestro Salvador, sino que merece toda la gloria, majestad y honor. Judas nos recuerda que todo lo que somos y tenemos proviene de Dios.
A veces, nos apropiamos del crédito de lo que Dios hace en nuestra vida. Este versículo nos llama a vivir en adoración y humildad, reconociendo que toda gloria es para Él.
Aplicación práctica:
- Asegurarnos de que en nuestra vida todo lo que hacemos glorifique a Dios.
- No buscar reconocimiento humano, sino vivir para Su gloria.
- Adorar a Dios no solo con palabras, sino con nuestras acciones diarias.
Todo lo bueno en nuestra vida proviene de Dios, y toda gloria debe ser para Él.
Punto 5: Dios es eterno y Su poder no tiene fin
Versículo clave: «Desde antes de todos los siglos, ahora y por todos los siglos. Amén.» (Judas 1:25c)
Versículo relacionado: «Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.» (Hebreos 13:8)
Explicación: Dios no cambia y Su poder es eterno. Desde antes de la creación hasta la eternidad futura, Él sigue siendo Dios, y Su fidelidad permanece para siempre.
Cuando enfrentamos incertidumbre, podemos descansar en la verdad de que Dios es inmutable y sigue obrando en nuestras vidas.
Aplicación práctica:
- Confiar en que Dios sigue teniendo el control, sin importar las circunstancias.
- No temer el futuro, porque Dios permanece fiel por la eternidad.
- Vivir con esperanza, sabiendo que nuestra fe está en un Dios que nunca cambia.
Dios es eterno, inmutable y digno de toda nuestra confianza.
Conclusión
Estos versículos nos recuerdan la grandeza de Dios y Su fidelidad para con nosotros. Podemos vivir con confianza porque:
- Dios nos guarda del tropiezo.
- Nos presentará sin mancha ante Su presencia.
- Es nuestro único Salvador.
- Merece toda la gloria y majestad.
- Su poder y fidelidad son eternos.
Cuando ponemos nuestra confianza en Dios, nuestra vida se llena de esperanza, seguridad y gratitud.
Dios no solo te salvó, Él te sostiene, te protege y te llevará hasta el final.
No importa cuán difícil sea el camino, Él es fiel y nunca te dejará. Confía en Su amor y descansa en Su poder.
Hoy, elige confiar plenamente en Dios. Rinde a Él tus preocupaciones y vive para Su gloria, sabiendo que Él es quien te guarda y te sostiene.
Oración sugerida: «Señor, gracias porque me guardas, me sostienes y me das la victoria. Ayúdame a vivir para Tu gloria y confiar plenamente en Ti. En el nombre de Jesús, amén.»
Preguntas para Reflexión :
- 1. ¿Estoy confiando en Dios para que me guarde del tropiezo?
- 2. ¿Cómo puedo vivir cada día con la seguridad de que Dios me presentará sin mancha ante Su presencia?
- 3. ¿Estoy dando gloria a Dios en mi vida diaria?
- 4. ¿De qué manera puedo fortalecer mi confianza en la fidelidad eterna de Dios?
- 5. ¿Cómo puedo compartir con otros la verdad de que Dios es nuestro único Salvador?
