Levítico 7:1-38 Estudio por Pastor Daniel Praniuk
Introducción
Levítico 7 cierra la primera sección del libro que trata sobre los diferentes tipos de sacrificios y sus leyes. Aquí se detallan las instrucciones específicas para la ofrenda por la culpa, la ofrenda de paz, la participación de los sacerdotes y la distribución justa de las porciones. Aunque muchos ven estos detalles como rituales del pasado, este capítulo nos ofrece verdades fundamentales sobre la justicia, el agradecimiento, la santidad y la generosidad en el servicio a Dios y al prójimo. Es un llamado a vivir una fe ordenada, reverente y consciente de nuestra relación con Dios y con los demás.
Punto 1: Dios exige justicia en las ofrendas por la culpa
Versículo clave: “Esta es la ley del sacrificio por la culpa: es cosa muy santa.” (Levítico 7:1)
Versículo relacionado: “El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.” (Proverbios 28:13)
Explicación: El sacrificio por la culpa era ofrecido cuando alguien cometía un pecado específico contra Dios o su prójimo, especialmente relacionado con daño material o violación de las leyes sagradas. Este tipo de sacrificio incluía restitución: no solo se ofrecía un animal, sino que se debía devolver lo robado o dañado con un añadido. Dios no solo demanda confesión, sino justicia reparadora.
Aplicación práctica: En la actualidad, esto nos enseña que pedir perdón no es solo un acto verbal. Si hemos ofendido o perjudicado a alguien, Dios espera que tomemos responsabilidad, restituyamos y busquemos la reconciliación. La justicia y la reparación son parte del arrepentimiento verdadero.
Punto 2: La adoración es participación y comunión
Versículo clave: “El que ofreciere el sacrificio de paz a Jehová traerá su ofrenda del sacrificio de paz; traerá con sus manos lo que ha de quemarse para Jehová.” (Levítico 7:29-30)
Versículo relacionado: “Y no os olvidéis de hacer el bien y de la ayuda mutua; porque de tales sacrificios se agrada Dios.” (Hebreos 13:16)
Explicación: El sacrificio de paz no era por pecado, sino un acto voluntario de comunión, gratitud o voto. Lo interesante es que el adorador debía participar llevando personalmente su ofrenda. Este acto enseñaba que la adoración no era pasiva, sino una participación activa, donde el corazón y las manos se unían para glorificar a Dios.
Aplicación práctica: Hoy, muchos quieren ser “espectadores” en la vida espiritual. Pero la verdadera adoración requiere entrega y participación. Servir, ayudar y dar son expresiones reales de fe activa. ¿Estás trayendo con tus manos lo que adoras con tu boca?
Punto 3: La gratitud requiere expresión oportuna
Versículo clave: “Si se ofreciere en acción de gracias, con el sacrificio de acción de gracias se ofrecerán tortas sin levadura amasadas con aceite…” (Levítico 7:12)
Versículo relacionado: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” (1 Tesalonicenses 5:18)
Explicación: Cuando alguien ofrecía un sacrificio de acción de gracias, debía hacerlo con precisión y en el tiempo correcto. No podía dejarlo para después o usar sobras. Esto muestra que la gratitud no es solo un sentimiento, sino una acción concreta que debe ser expresada oportunamente.
Aplicación práctica: ¿Cuántas veces posponemos dar gracias a Dios o a las personas? La gratitud aplazada puede convertirse en olvido. Si tienes motivos para dar gracias, hazlo ahora: con palabras, actos de servicio o una ofrenda voluntaria. La gratitud es una disciplina espiritual.
Punto 4: La santidad y la obediencia protegen la comunión
Versículo clave: “La carne que tocare alguna cosa inmunda no se comerá; al fuego será quemada.” (Levítico 7:19)
Versículo relacionado: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” (Hebreos 12:14)
Explicación: Dios advertía que lo consagrado no debía contaminarse. Si algo tocaba lo inmundo, debía ser destruido. El propósito era preservar la santidad del culto y del pueblo. La obediencia a estas normas protegía la comunión con Dios y con los demás.
Aplicación práctica: Hoy, aunque ya no ofrecemos sacrificios físicos, sí ofrecemos nuestras vidas (Romanos 12:1). Dios espera que cuidemos nuestra pureza espiritual. Ver contenido tóxico, hablar mal, o participar en prácticas contrarias a Su Palabra afectan nuestra comunión. ¿Estás cuidando lo que tocas, ves y escuchas?
Punto 5: El obrero es digno de su salario
Versículo clave: “El pecho de la ofrenda mecerida y la espaldilla elevada he tomado de los hijos de Israel… y lo he dado a Aarón el sacerdote y a sus hijos.” (Levítico 7:34)
Versículo relacionado: “El que es instruido en la palabra haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.” (Gálatas 6:6)
Explicación: Dios asignó porciones específicas del sacrificio a los sacerdotes. Esto no era por favoritismo, sino para sostener a quienes servían en lo espiritual. La comunidad debía reconocer y sostener a quienes ministraban en el altar.
Aplicación práctica: La enseñanza es clara: los que sirven en la obra de Dios deben ser honrados y apoyados. Esto incluye a pastores, misioneros y servidores fieles. El pueblo de Dios debe ser generoso y justo con quienes cuidan de sus almas.
Conclusión
Levítico 7 revela que la adoración verdadera es intencional, participativa, agradecida, santa y justa. Cada sacrificio tenía un propósito más allá del rito: enseñaba principios que Dios sigue esperando de su pueblo hoy. Adorar a Dios no es una actividad ocasional, sino una forma de vida diaria que involucra nuestras acciones, palabras, recursos y actitudes.
Querido lector, no veas Levítico como una lista antigua de leyes, sino como un espejo que revela cómo podemos acercarnos al Dios santo con reverencia y gozo. Él desea tu participación, tu gratitud, tu pureza, tu justicia y tu adoración sincera. ¡Tu vida puede ser una ofrenda diaria, agradable a Dios! Aun cuando fallamos, Él ha provisto en Cristo el sacrificio perfecto y nos llama a vivir en devoción y entrega constante.
Hoy te animo a revisar tu vida de adoración. ¿Estás participando activamente o simplemente observando? ¿Estás expresando tu gratitud o has caído en la rutina? ¿Vives con reverencia o de manera descuidada? Toma decisiones intencionales para vivir como adorador verdadero, honrando a Dios con cada parte de tu vida, y apoyando a quienes sirven en su obra.
Oración sugerida: “Señor, gracias por tu Palabra que me enseña a adorarte con todo mi ser. Ayúdame a no conformarme con una fe pasiva, sino a ser un adorador activo, agradecido y obediente. Enséñame a vivir con santidad, a cuidar lo que toco y lo que soy, y a honrar a quienes has llamado a servir. En el nombre de Jesús, amén.”
Preguntas para Reflexión :
- 1. ¿Cómo puedo practicar hoy una adoración activa y no pasiva?
- 2. ¿Estoy siendo agradecido con Dios de forma práctica y oportuna?
- 3. ¿Qué áreas de mi vida necesitan mayor pureza y reverencia?
- 4. ¿He restituido algún daño que causé o simplemente pedí perdón?
- 5. ¿Estoy apoyando espiritual y materialmente a quienes ministran en la iglesia?
