Lucas 7:36-50 Estudio por Pastor Daniel Praniuk
Introducción
El relato de Lucas 7:36-50 nos presenta un evento profundamente conmovedor: una mujer, conocida como pecadora, irrumpe en la casa de un fariseo llamado Simón para ungir los pies de Jesús con lágrimas y perfume. A través de esta escena, se destaca la gracia transformadora de Jesús y la respuesta de amor que surge de la comprensión del perdón.
Primer Punto: El escenario (Lucas 7:36-38)
El relato inicia cuando Jesús es invitado a comer en la casa de Simón, un fariseo. En medio del banquete, una mujer conocida por su vida pecaminosa se acerca a Jesús. Rompe las barreras sociales al mostrar su devoción de una manera humilde y emocional. Ella llora a sus pies, los unge con perfume, y los seca con sus cabellos. Este acto es una expresión de profundo arrepentimiento y adoración, y anticipa el tema central del perdón.
Segundo Punto: La reacción de Simón (Lucas 7:39)
Simón el fariseo juzga en su corazón tanto a la mujer como a Jesús. En su mente, si Jesús fuera realmente un profeta, debería saber qué tipo de mujer lo estaba tocando. Esta actitud revela el orgullo y la autocomplacencia de Simón. Representa a aquellos que creen que su justicia propia es suficiente y que los demás, especialmente los pecadores, están fuera del alcance de la gracia divina.
Tercer Punto: La parábola de los dos deudores (Lucas 7:40-43)
Jesús, conociendo los pensamientos de Simón, le cuenta una parábola sobre dos deudores. Uno debía una gran suma de dinero y otro una cantidad menor. Ambos fueron perdonados por el acreedor. Jesús le pregunta a Simón cuál de los dos amaría más al acreedor, a lo que Simón responde correctamente: el que fue perdonado más. Con esta parábola, Jesús comienza a enseñar que el perdón y el amor están profundamente relacionados.
Cuarto Punto: El contraste entre la mujer y Simón (Lucas 7:44-47)
Jesús compara el trato que le dio la mujer con el que recibió de Simón. Mientras Simón no le ofreció agua para los pies, beso de saludo ni aceite para su cabeza, la mujer hizo todas estas cosas con gran amor y sacrificio. Aquí, Jesús resalta que el amor demostrado por la mujer proviene de su comprensión profunda de haber sido perdonada de sus muchos pecados.
Quinto Punto: El perdón y la paz (Lucas 7:48-50)
Finalmente, Jesús le dice a la mujer: «Tus pecados te son perdonados» y «Tu fe te ha salvado; ve en paz». Este acto de perdón no solo confirma su redención espiritual, sino que también la libera del estigma social. Jesús no solo cura el alma, sino que otorga paz, la cual es el resultado de ser completamente reconciliado con Dios.
Conclusión
Este pasaje de Lucas 7:36-50 nos recuerda que todos somos deudores ante Dios, y es su gracia la que nos libera. Cuando comprendemos la magnitud de nuestro perdón, nuestro amor hacia Él y hacia los demás crece de manera exponencial. El amor genuino surge de la experiencia del perdón divino.
Hoy, reflexiona sobre la profundidad del amor de Dios hacia ti. ¿Has experimentado ese perdón transformador? Acércate a Jesús con un corazón humilde y abierto. No permitas que el juicio o el orgullo te impidan recibir la gracia que Él ofrece.
Preguntas para Reflexión :
- ¿Cómo te identificas con la mujer o con Simón en esta historia?
- ¿Qué revela esta historia sobre el amor y el perdón de Dios?
- ¿Cómo respondes al perdón de Dios en tu vida diaria?
- ¿De qué maneras puedes mostrar más amor hacia los demás como respuesta al perdón de Dios?
- ¿Qué áreas de tu vida necesitan el toque transformador del perdón de Jesús?
