Introducción
En Mateo 12:22-37, se presenta un enfrentamiento crucial entre Jesús y los fariseos. Jesús sana a un hombre poseído por un demonio, lo que lleva a una acusación grave por parte de los fariseos: que Jesús expulsa demonios por el poder de Beelzebú, el príncipe de los demonios. En su respuesta, Jesús revela verdades fundamentales sobre el Reino de Dios, el poder del Espíritu Santo, y la gravedad del pecado de blasfemia contra el Espíritu. Este pasaje subraya la importancia de reconocer y aceptar la obra de Dios en Cristo y la necesidad de tener un corazón y palabras alineados con la verdad divina.
Primer Punto: La Sanidad y la Acusación (Mateo 12:22-24)
Versículos: «Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. Y toda la gente estaba atónita y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David? Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios.»
Explicación: Jesús realiza un milagro notable al sanar a un hombre endemoniado que era ciego y mudo. La multitud, asombrada, comienza a preguntarse si Jesús podría ser el Mesías, el Hijo de David. Sin embargo, los fariseos responden con una acusación muy seria, afirmando que Jesús expulsa demonios por el poder de Beelzebú, un nombre asociado con Satanás. Esta acusación refleja su incredulidad y rechazo de la obra de Dios a través de Jesús, atribuyendo lo divino a lo demoníaco.
Segundo Punto: La Respuesta de Jesús: Un Reino Dividido (Mateo 12:25-28)
Versículos: «Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.»
Explicación: Jesús refuta la acusación de los fariseos utilizando una lógica irrefutable: un reino dividido no puede sostenerse. Si Satanás estuviera expulsando a sus propios demonios, estaría destruyendo su propio reino. Además, Jesús señala que si Él expulsa demonios por el Espíritu de Dios, entonces el Reino de Dios ha llegado a ellos. Este argumento no solo desacredita la acusación de los fariseos, sino que también afirma la presencia y poder del Reino de Dios en la obra de Jesús.
Tercer Punto: La Parábola del Hombre Fuerte (Mateo 12:29)
Versículo: «Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.»
Explicación: Jesús utiliza la parábola del hombre fuerte para ilustrar su poder sobre Satanás. En esta metáfora, Jesús es quien ata al «hombre fuerte» (Satanás) para liberar a aquellos que estaban bajo su dominio. Esta enseñanza resalta la superioridad de Jesús sobre el poder del mal y reafirma que su ministerio es una confrontación directa con las fuerzas del mal, trayendo liberación y restauración a los oprimidos.
Cuarto Punto: La Blasfemia Contra el Espíritu Santo (Mateo 12:30-32)
Versículos: «El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. Por tanto, os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.»
Explicación: Jesús advierte sobre la gravedad de la blasfemia contra el Espíritu Santo, la cual es imperdonable. Este pecado se refiere a atribuir deliberadamente la obra del Espíritu de Dios al poder de Satanás, como hicieron los fariseos. Al rechazar y difamar la obra del Espíritu, se cierra la puerta al arrepentimiento y al perdón, ya que el Espíritu Santo es quien convence al mundo de pecado y conduce al arrepentimiento. Esta advertencia resalta la seriedad de reconocer y aceptar la obra de Dios en Jesús.
Quinto Punto: El Árbol y sus Frutos (Mateo 12:33-37)
Versículos: «O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol. Generación de víboras, ¿cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.»
Explicación: Jesús utiliza la imagen del árbol y sus frutos para enseñar sobre la relación entre el corazón y las palabras. Las palabras y acciones de una persona reflejan la condición de su corazón. Un corazón bueno produce palabras y acciones buenas, mientras que un corazón malo produce lo contrario. Jesús advierte que cada persona será juzgada por sus palabras, ya que estas revelan su verdadero carácter y fe. La enseñanza subraya la importancia de un corazón transformado y alineado con la verdad de Dios.
Conclusión
En Mateo 12:22-37, Jesús responde a las acusaciones de los fariseos y expone verdades esenciales sobre la naturaleza de su ministerio y el Reino de Dios. Él demuestra que su poder para expulsar demonios proviene del Espíritu de Dios y que rechazar esta verdad es un pecado gravísimo. Jesús también enfatiza la necesidad de un corazón recto, ya que de él brotan las palabras y acciones que serán evaluadas en el juicio. Este pasaje nos invita a examinar nuestro corazón y a reconocer la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Preguntas para Estudiantes:
- ¿Cómo respondes a la obra de Dios en tu vida? ¿Reconoces su poder y autoridad?
- ¿Qué nos enseña la parábola del hombre fuerte sobre el poder de Jesús sobre el mal?
- ¿Por qué es tan grave la blasfemia contra el Espíritu Santo? ¿Cómo podemos evitar caer en ese pecado?
- ¿Qué revelan tus palabras sobre el estado de tu corazón?
- ¿Cómo puedes asegurarte de que tu corazón esté alineado con la verdad y la voluntad de Dios?
