Mateo 16:21-28

Mateo 16:21-28 Estudio por Pastor Daniel Praniuk

Introducción

En Mateo 16:21-28, Jesús comienza a revelar a sus discípulos los eventos que llevarán a su pasión, muerte y resurrección. Este pasaje muestra un cambio en la enseñanza de Jesús, donde se enfoca en la cruz como el camino necesario para la salvación. A través de sus palabras y acciones, Jesús confronta a sus discípulos con la realidad del sufrimiento y el sacrificio, desafiándolos a seguirlo de una manera que va más allá de lo que ellos esperaban. Analizaremos estos versículos para comprender cómo Jesús redefine el concepto de mesianismo y discipulado.

Punto 1: Predicción del Sufrimiento (Mateo 16:21)

Versículo: «Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día.»

Explicación: Jesús revela por primera vez el propósito de su misión en Jerusalén, incluyendo su sufrimiento, muerte y resurrección. Este anuncio desafía las expectativas de los discípulos sobre un Mesías glorioso y victorioso. Jesús muestra que la cruz es central en el plan de Dios para la redención.

Punto 2: La Reacción de Pedro (Mateo 16:22-23)

Versículos: «Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.»

Explicación: Pedro, aún influenciado por su comprensión humana del mesianismo, reprende a Jesús por hablar de su muerte. Jesús responde con severidad, llamándolo «Satanás», porque Pedro está pensando en términos humanos y no en los divinos. Esta confrontación subraya la necesidad de alinear la perspectiva humana con los planes de Dios.

Punto 3: El Llamado al Discipulado (Mateo 16:24)

Versículo: «Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.»

Explicación: Jesús establece las condiciones para seguirlo: la negación de uno mismo y la aceptación del sufrimiento (tomar la cruz). Este llamado redefine el discipulado como una vida de sacrificio y entrega total a la voluntad de Dios, contrastando con las expectativas de comodidad y triunfo.

Punto 4: El Valor de la Vida (Mateo 16:25-26)

Versículos: «Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. ¿Por qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?»

Explicación: Jesús enseña que aferrarse a la vida terrenal y a sus placeres resulta en la pérdida de la vida eterna. Esta paradoja resalta la verdad de que la verdadera vida se encuentra en el sacrificio y en la entrega a Cristo. La salvación del alma es más valiosa que cualquier ganancia temporal.

Punto 5: La Promesa de la Recompensa (Mateo 16:27-28)

Versículos: «Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.»

Explicación: Jesús promete que su retorno será glorioso y que juzgará a cada persona según sus obras. También profetiza que algunos de sus discípulos presenciarán una manifestación de su reino antes de morir, lo cual muchos interpretan como una referencia a la transfiguración o a la resurrección. Este pasaje resalta la esperanza de la recompensa divina para los fieles.

Conclusión

El pasaje de Mateo 16:21-28 nos confronta con la realidad del sufrimiento en la vida cristiana y nos desafía a seguir a Cristo con plena entrega. Jesús redefine lo que significa ser su discípulo, poniendo la cruz en el centro del camino hacia la vida eterna. Este texto nos invita a reflexionar sobre el verdadero valor de nuestra vida y sobre la promesa de la recompensa futura que nos espera si permanecemos fieles a Cristo.