Mateo 19:13-15

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Introducción

En Mateo 19:13-15, Jesús interactúa con los niños, desafiando las normas culturales de su tiempo. Este breve pero significativo pasaje subraya la importancia que Jesús otorga a los más pequeños y humildes, destacando su lugar en el reino de los cielos. A través de estas palabras y acciones, Jesús no solo demuestra su amor y cuidado por los niños, sino que también enseña lecciones profundas sobre la fe, la humildad y la disposición necesaria para entrar en el reino de Dios.

  1. Los niños traídos a Jesús
    Versículo 13: «Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiera las manos sobre ellos y orase; y los discípulos les reprendieron.»
    Explicación: En este versículo, los padres traen a sus hijos a Jesús para que Él los bendiga, lo cual refleja la confianza de estos padres en el poder y la bondad de Jesús. Sin embargo, los discípulos, siguiendo las normas culturales que subestimaban la importancia de los niños, intentan impedir este acercamiento. Este acto de los discípulos revela una falta de comprensión sobre la naturaleza inclusiva del reino de Dios, que Jesús está a punto de corregir.

  2. Jesús corrige a sus discípulos
    Versículo 14a: «Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis…»
    Explicación: Jesús, en una respuesta directa, corrige a sus discípulos, indicando que los niños deben ser bienvenidos y no rechazados. Este mandato subraya la apertura de Jesús hacia todos, especialmente hacia aquellos que son considerados insignificantes por la sociedad. Jesús rompe con las barreras culturales y religiosas de su tiempo, estableciendo que el acceso a Él y al reino de los cielos no está limitado por edad, estatus social o cualquier otra distinción humana.

  3. El reino de los cielos pertenece a los humildes
    Versículo 14b: «…porque de los tales es el reino de los cielos.»
    Explicación: Jesús declara que el reino de los cielos pertenece a aquellos que son como los niños. Esto no se refiere solo a la edad, sino a las cualidades de los niños: su humildad, sencillez, dependencia y pureza de corazón. Jesús usa a los niños como un ejemplo de las características que todos los creyentes deben tener para entrar en el reino de Dios. La enseñanza es clara: la grandeza en el reino de Dios se mide por la humildad y la disposición de recibir con fe y confianza.

  4. La bendición de Jesús a los niños
    Versículo 15a: «Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí.»
    Explicación: Jesús no solo permite que los niños se acerquen a Él, sino que los bendice al poner sus manos sobre ellos. Este gesto es una expresión de su amor y cuidado, confirmando que cada persona, sin importar su edad o condición, es valiosa y digna de la bendición divina. Jesús modela cómo debemos tratar a los demás, especialmente a los más vulnerables y desatendidos, mostrando que todos son importantes ante los ojos de Dios.

  5. La actitud de Jesús como ejemplo para los creyentes
    Versículo 15b: «Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí.»
    Explicación: Después de bendecir a los niños, Jesús continúa su camino, pero deja una enseñanza duradera. Su disposición a detenerse y atender a los niños nos enseña la importancia de ser accesibles y atentos a las necesidades de los demás, especialmente de aquellos que son más dependientes. La actitud de Jesús nos desafía a vivir con una mentalidad abierta y acogedora, reflejando el amor de Dios en nuestras interacciones diarias.

Conclusión

En Mateo 19:13-15, Jesús nos enseña sobre la importancia de la humildad, la fe y la apertura a todos, sin importar su edad o estatus. Los niños, con su sencillez y pureza de corazón, son presentados como ejemplos de lo que se requiere para entrar en el reino de los cielos. Este pasaje desafía las normas culturales y religiosas de su tiempo, y nos llama a valorar y acoger a cada persona, reconociendo que todos son valiosos ante Dios.

Este pasaje nos llama a cultivar una actitud de humildad y a ser accesibles para todos, especialmente para aquellos que son más vulnerables. Debemos esforzarnos por imitar a Jesús, mostrando amor y cuidado a los más pequeños y humildes, reconociendo que ellos también son parte del reino de Dios. Que podamos ser instrumentos de bendición y acogida en nuestras comunidades, reflejando el corazón de Dios en cada una de nuestras acciones.

Preguntas para Estudiantes:

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