Introducción
En Mateo 26:14-29, encontramos dos eventos que marcan el inicio del fin del ministerio terrenal de Jesús: la traición de Judas y la institución de la Cena del Señor. Estos versículos nos muestran tanto la traición como el sacrificio, contrastando la oscuridad de la traición con la luz del nuevo pacto en Cristo. En esta exégesis, exploraremos el profundo significado de estos eventos clave y cómo impactan nuestra fe y práctica cristiana.
La traición de Judas
Versículo 14-16: «Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle.»
Explicación: Judas, uno de los doce discípulos, decide traicionar a Jesús por treinta piezas de plata. Esta cantidad, el precio de un esclavo según Éxodo 21:32, subraya el desprecio que Judas tenía por Jesús. Este acto de traición no solo revela la codicia de Judas, sino también el cumplimiento de las profecías que anunciaban la traición del Mesías (Zacarías 11:12-13). Es un recordatorio de cómo el pecado y la tentación pueden llevarnos a traicionar incluso a aquellos a quienes amamos.Preparativos para la Pascua
Versículo 17-19: «El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la Pascua? Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la Pascua con mis discípulos. Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la Pascua.»
Explicación: Jesús instruye a sus discípulos a preparar la Pascua, un evento que prefigura su sacrificio en la cruz. La obediencia de los discípulos refleja la importancia de estar listos y preparados para el cumplimiento de la voluntad de Dios en nuestras vidas. La Pascua, que conmemora la liberación de Israel de Egipto, ahora se transforma en un símbolo del nuevo pacto, donde Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.El anuncio de la traición durante la Cena
Versículo 20-25: «Y cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce. Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. Y entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor? Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar. A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho.»
Explicación: Durante la cena, Jesús revela que uno de los doce lo traicionará. Este anuncio genera un profundo dolor entre los discípulos, quienes empiezan a cuestionarse a sí mismos. La respuesta de Judas muestra su hipocresía, ya que finge sorpresa, pero Jesús confirma que es él. Este momento revela la omnisciencia de Jesús y la inevitabilidad del plan divino, pero también subraya la responsabilidad personal de Judas en su traición.La institución de la Cena del Señor
Versículo 26-28: «Y mientras comían, Jesús tomó el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.»
Explicación: Jesús instituye la Cena del Señor, transformando la Pascua en un nuevo rito que simboliza su sacrificio. El pan representa su cuerpo quebrantado, y el vino su sangre derramada. Este acto es central para la fe cristiana, recordándonos constantemente el sacrificio de Cristo y el nuevo pacto en su sangre. La Cena del Señor no es solo una conmemoración, sino una participación en la vida y muerte de Jesús, que nos une a Él y a la comunidad de creyentes.La promesa del Reino
Versículo 29: «Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.»
Explicación: Jesús concluye la Cena con una promesa de futuro: no beberá del fruto de la vid hasta que lo haga con sus discípulos en el Reino de Dios. Esta promesa apunta hacia la esperanza escatológica de la segunda venida de Cristo y la celebración final en su Reino. Nos recuerda que la historia de la redención no termina con la crucifixión, sino que se completa en la resurrección y la consumación final de todas las cosas en Cristo.
Conclusión
Mateo 26:14-29 nos lleva a reflexionar sobre la gravedad de la traición de Judas y la profundidad del amor de Cristo, quien instituyó la Cena del Señor como un recordatorio constante de su sacrificio. Estos eventos nos llaman a examinar nuestro propio corazón, a valorar la gracia de Dios en nuestras vidas, y a vivir en anticipación del cumplimiento final de su Reino.
Este pasaje nos desafía a participar con reverencia y gratitud en la Cena del Señor, recordando el sacrificio de Cristo y anticipando su regreso. Nos invita a vivir una vida de fidelidad y obediencia, evitando las tentaciones que nos alejan de Dios y permaneciendo firmes en nuestra fe.
n
Preguntas para Estudiantes:
- ¿Qué lecciones podemos aprender de la traición de Judas en nuestra vida diaria?
- ¿Cómo podemos prepararnos espiritualmente para participar en la Cena del Señor?
- ¿Qué significa para ti el nuevo pacto en la sangre de Jesús?
- ¿Cómo podemos vivir en anticipación del Reino de Dios mientras permanecemos fieles en la tierra?
- ¿De qué manera podemos mostrar nuestra gratitud por el sacrificio de Jesús en nuestras acciones diarias?