Mateo 8:1-17

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Mateo 8:1-17 Estudio por Pastor Daniel Praniuk

Introducción

En Mateo 8:1-17, se narran tres milagros realizados por Jesús que muestran su poder sobre la enfermedad y su compasión por los marginados. Estos eventos también revelan la autoridad de Jesús como el Mesías y cómo su ministerio se extiende a todos, incluyendo a aquellos considerados impuros o indignos por la sociedad de la época. A través de estos milagros, Mateo subraya la capacidad de Jesús para sanar tanto el cuerpo como el alma.

1. La sanidad del leproso (Mateo 8:1-4)

  • Versículos: «Y descendiendo él del monte, le seguía mucha gente. Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció. Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.»
  • Explicación: La lepra era una enfermedad que implicaba aislamiento social y religioso. Al acercarse a Jesús, el leproso muestra una gran fe, reconociendo que Jesús tiene el poder para sanarlo. Jesús, desafiando las normas sociales y religiosas, toca al leproso, demostrando que la compasión de Dios supera cualquier barrera. La instrucción de Jesús de que se presente al sacerdote refleja su respeto por la Ley de Moisés y la necesidad de restaurar al leproso a la comunidad.

2. La fe del centurión (Mateo 8:5-9)

  • Versículos: «Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a este: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.»
  • Explicación: El centurión, un oficial romano, muestra una fe extraordinaria al reconocer la autoridad de Jesús sobre la enfermedad, incluso a distancia. Este pasaje destaca la humildad y la confianza del centurión, quien no se siente digno de recibir a Jesús en su casa. Su comprensión de la autoridad resalta el poder de la palabra de Jesús, capaz de obrar milagros sin necesidad de presencia física.

3. El reconocimiento de la fe (Mateo 8:10-13)

  • Versículos: «Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora.»
  • Explicación: Jesús se sorprende y elogia la fe del centurión, destacando que ni siquiera en Israel ha encontrado una fe tan grande. Esto sirve como una lección sobre la inclusividad del Reino de Dios, donde aquellos que son considerados extranjeros o marginados pueden tener más fe que aquellos que deberían estar más cerca de Dios. La sanación inmediata del siervo confirma el poder de la fe y la palabra de Jesús.

4. La sanidad de la suegra de Pedro (Mateo 8:14-15)

  • Versículos: «Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de este postrada en cama, con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.»
  • Explicación: Jesús demuestra su poder sanador de nuevo, esta vez en un entorno doméstico. La curación de la suegra de Pedro es inmediata, y su respuesta es levantarse y servir, lo que indica una restauración completa y un deseo de retribuir el favor recibido. Este acto de sanidad también resalta el cuidado de Jesús por las personas en sus necesidades cotidianas.

5. Sanidades al anochecer (Mateo 8:16)

  • Versículo: «Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera los demonios, y sanó a todos los enfermos.»
  • Explicación: Este versículo muestra el alcance del ministerio sanador de Jesús, donde su autoridad sobre las fuerzas demoníacas y las enfermedades se manifiesta plenamente. Con una sola palabra, Jesús expulsa demonios y sana a los enfermos, demostrando que su poder es absoluto y que su misión es liberar y restaurar a la humanidad en todas sus dimensiones.

Conclusión

Mateo 8:1-17 destaca el poder y la autoridad de Jesús sobre la enfermedad y el mal, y su disposición a cruzar barreras sociales, culturales y religiosas para extender su compasión. A través de estos milagros, se revela que el Reino de Dios está abierto a todos, independientemente de su estatus o antecedentes. La fe genuina, como la del leproso y el centurión, es lo que Jesús busca, y es la clave para experimentar el poder transformador de Dios.

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