Números 27:1-11

Números 27:1-11 Estudio por Pastor Daniel Praniuk

Introducción

En un mundo donde muchas veces los derechos parecen estar reservados solo para algunos, el relato de las hijas de Zelofehad en Números 27:1-11 nos recuerda que Dios escucha, considera y actúa con justicia. Este pasaje es más que una anécdota sobre distribución de tierras; es una declaración divina sobre el valor de cada persona, sin importar su género, y una lección sobre cómo la valentía y la fe pueden cambiar estructuras injustas. Este estudio exegético y práctico nos muestra cómo Dios está interesado en establecer equidad en medio de Su pueblo.

Punto 1: La fe de cinco mujeres decididas

Versículo clave: «Vinieron las hijas de Zelofehad… y se presentaron delante de Moisés… diciendo: Nuestro padre murió en el desierto… ¿por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre su familia, por no haber tenido hijo?» (Números 27:1-4)

Versículo relacionado: «Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.» (Proverbios 31:10)

Explicación: Las hijas de Zelofehad se enfrentaron a una estructura cultural donde solo los hombres heredaban. Pero estas cinco mujeres (Mala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa) se atrevieron a presentarse ante Moisés y los líderes para pedir justicia. Ellas no actuaron por rebelión, sino por una comprensión clara de la promesa de Dios sobre la tierra.

Aplicación práctica: Hoy, muchas personas enfrentan barreras sociales o culturales por razones de género, edad, o estatus económico. Estas mujeres nos inspiran a levantar la voz con respeto y fe cuando enfrentamos injusticias. No se trata de confrontación, sino de convicción basada en principios. Como ellas, tú también puedes ser instrumento de cambio si actúas con sabiduría y valentía.

Punto 2: Un clamor que llega al corazón de Dios

Versículo clave: «Y Moisés llevó su causa delante de Jehová.» (Números 27:5)

Versículo relacionado: «Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.» (Jeremías 33:3)

Explicación: Ante esta petición, Moisés no se basó solo en tradición o ley humana. Fue directamente a Dios. Esta acción muestra que los asuntos humanos, especialmente los de justicia y equidad, deben ser presentados al Señor, quien tiene la última palabra.

Aplicación práctica: Cuando enfrentas decisiones complicadas o dilemas morales, la oración y la consulta a Dios deben ser tus primeros pasos. La sabiduría divina supera cualquier ley humana. Moisés nos modela cómo un líder justo consulta al Señor antes de responder. ¿Estás llevando tus causas al lugar correcto?

Punto 3: Dios afirma el valor y la justicia

Versículo clave: «Bien dicen las hijas de Zelofehad; les darás la posesión de una heredad entre los hermanos de su padre.» (Números 27:7)

Versículo relacionado: «No hay acepción de personas para con Dios.» (Romanos 2:11)

Explicación: Dios aprueba la causa de las mujeres y ordena que reciban una herencia. Esto no solo valida su petición, sino que establece un precedente legal en Israel. Es una afirmación divina del valor de la mujer y una corrección a la injusticia estructural.

Aplicación práctica: A veces creemos que las estructuras no cambian, pero Dios es experto en derribar barreras y abrir caminos nuevos. En tu trabajo, iglesia o familia, puede haber prácticas injustas que necesitan ser desafiadas con respeto y fe. Dios no solo escucha: Él actúa a favor de la justicia.

Punto 4: Una ley que nace de una experiencia valiente

Versículo clave: «Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Cuando alguno muriere sin hijo, traspasareis su herencia a su hija.» (Números 27:8)

Versículo relacionado: «Abre tu boca, juzga con justicia, y defiende la causa del pobre y del necesitado.» (Proverbios 31:9)

Explicación: A raíz de esta situación, Dios establece una nueva ley. Lo que comenzó como un reclamo personal se convierte en legislación que beneficiará a muchas más personas en situaciones similares.

Aplicación práctica: Tu testimonio puede transformar estructuras. Cuando decides no callar frente a la injusticia, podrías estar abriendo camino a quienes vendrán después. Lo que haces hoy con integridad puede convertirse en ejemplo, norma o protección para otros en el futuro.

Punto 5: Dios establece un principio de equidad en la herencia

Versículo clave: «Y si no tuviere hermanos, daréis su herencia a los hermanos de su padre… y será por estatuto de derecho a los hijos de Israel.» (Números 27:9-11)

Versículo relacionado: «Él ama justicia y juicio; de la misericordia de Jehová está llena la tierra.» (Salmos 33:5)

Explicación: Dios no solo resuelve un caso, sino que regula el derecho de herencia para que haya continuidad familiar justa. Esta legislación preserva el legado, evita la marginación y promueve el cuidado del linaje en todas sus ramas.

Aplicación práctica: Hoy día, podemos aplicar este principio fomentando la equidad en la toma de decisiones, en herencias familiares, en liderazgo ministerial y oportunidades profesionales. Dios se interesa en que todos tengan su parte, y tú puedes ser un agente de distribución justa donde estés.

Conclusión

Números 27:1-11 nos enseña que Dios es un Dios de justicia que escucha el clamor de los valientes. Las hijas de Zelofehad nos muestran que, con respeto, fe y determinación, es posible mover estructuras y establecer nuevos caminos. Dios no solo escuchó su clamor, sino que cambió la ley para reflejar Su corazón justo. Que esta historia te inspire a ser valiente ante la injusticia y sensible a la dirección divina.

Amado lector, recuerda que no estás solo. Si hay alguna situación que parece injusta o estructuralmente cerrada, ¡clama a Dios! Él sigue siendo el mismo que escuchó a las hijas de Zelofehad. Tu historia tiene peso, tu voz tiene valor, y tu obediencia puede traer justicia no solo para ti, sino para muchos otros. ¡Dios honra la fe valiente y responde con justicia perfecta!

Hoy puedes comenzar a ser una voz que promueve la justicia, el respeto y la equidad donde estés. Así como las hijas de Zelofehad no permitieron que la cultura les negara su herencia, tú tampoco debes resignarte a lo que no honra el corazón de Dios. Habla, ora, actúa con sabiduría, y permite que el Señor use tu testimonio para bendecir a otros.

Oración sugerida: “Señor, gracias porque eres un Dios justo, que escucha y responde con sabiduría. Ayúdame a tener el valor de presentar mis causas ante Ti, a actuar con respeto y fe, y a ser un instrumento de equidad en cada área de mi vida. Enséñame a vivir en integridad y a defender la causa de los que no tienen voz. En el nombre de Jesús. Amén.”