“Ya la he leído antes” – Pero Dios siempre tiene algo nuevo que decir
Hebreos 4:12, Lamentaciones 3:22-23
por Pastor Daniel Praniuk
Introducción
Muchos cristianos sinceros dicen: “Ya leí la Biblia una vez”, como si fuera una novela que se termina y se archiva. Pero la Palabra de Dios no es un libro común: es viva, activa y eterna. Dios puede hablarte algo completamente nuevo hoy, aunque hayas leído ese pasaje mil veces. En este estudio veremos cómo Dios renueva su voz y su poder cada vez que abrimos Su Palabra con un corazón dispuesto.
Punto 1: La Biblia no es solo información, es transformación
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz…” (Hebreos 4:12)
Dios no nos dio Su Palabra para entretenernos ni para que la archivemos como un libro leído. Cada vez que abres la Biblia con fe, el Espíritu Santo puede hablarte directo al corazón. Un texto que antes no te impactó, hoy puede revelarte dirección, consuelo o corrección.
Punto 2: Dios se renueva cada día
“Nuevas son cada mañana tus misericordias…” (Lamentaciones 3:23)
Si Dios se renueva cada mañana, ¿por qué Su Palabra no haría lo mismo? No es el texto lo que cambia, es tu vida, tu contexto, tu necesidad. Lo que ayer pasaste por alto, hoy puede ser un bálsamo, una alarma o una promesa exacta.
Punto 3: La actitud con la que lees cambia lo que recibes
Un corazón apático no verá lo nuevo, pero un corazón humilde encuentra tesoros donde otros solo ven letras. No es la Biblia la que se repite, es tu enfoque el que necesita renovarse. Pídele a Dios ojos nuevos para ver lo que Él quiere mostrarte hoy.
Punto 4: Cada lectura es una semilla… y cada semilla tiene tiempo
Quizás lo que leíste hace años no te impactó entonces, pero hoy germina. Dios planta verdades que despiertan en el momento preciso. Por eso, cada nueva lectura puede activar lo que ya fue sembrado. Nunca es una repetición vacía.
Punto 5: Leer otra vez es permitirle a Dios seguir obrando
A veces queremos novedad, pero lo que necesitamos es profundidad. Leer otra vez es decirle a Dios: “Todavía quiero más de Ti, incluso en lo que creo conocer.” La repetición es clave para el aprendizaje espiritual y la renovación del alma.
Conclusión
No digas: “Ya lo leí.” Di: “Dios, háblame otra vez.” La Biblia no cambia, pero tú sí. Y por eso, cada vez que la abres, tienes la oportunidad de ser renovado, corregido y fortalecido. Dios no se cansa de hablarte… solo espera que vuelvas a escuchar.
Haz hoy una relectura con fe. Vuelve a ese pasaje que crees conocer, y ora: “Señor, muéstrame lo que no vi antes”. Luego, entra a 15minutosdiarios.com y permite que una lectura sencilla, clara y fresca te sorprenda. No necesitas algo nuevo… necesitas ver con ojos nuevos.
Preguntas para meditar
¿Por qué creo que ya no necesito volver a ciertos pasajes?
¿Cómo ha cambiado mi vida desde la última vez que leí este texto?
¿Estoy leyendo para marcar una casilla o para oír a Dios?
¿Qué me impide ver la Biblia con una actitud de frescura?
¿Qué texto “conocido” podría estar queriendo hablarme hoy de forma nueva?
