Génesis 14:17-24 Estudio por Pastor Daniel Praniuk
Introducción
Después de la victoria de Abram sobre los reyes que habían tomado cautivo a Lot, ocurre un encuentro significativo con dos personajes: Melquisedec, rey de Salem y sacerdote de Dios, y el rey de Sodoma. En este pasaje, se presentan dos formas opuestas de actuar: la bendición divina a través de Melquisedec y la oferta corrupta del rey de Sodoma.
Este episodio resalta la importancia de reconocer a Dios como la fuente de nuestras victorias, de honrarlo con nuestras posesiones y de rechazar cualquier compromiso con el mundo que pueda manchar nuestro testimonio.
Punto 1: El Encuentro con los Reyes
Versículo clave: «Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey.» (Génesis 14:17)
Versículo relacionado: «El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado.» (Proverbios 13:20)
Explicación: Abram es recibido por dos reyes con propósitos muy diferentes: Melquisedec, que lo bendice en el nombre del Dios Altísimo, y el rey de Sodoma, que busca hacer un trato con él. Este contraste nos muestra la importancia de discernir entre lo que viene de Dios y lo que proviene del mundo.
Aplicación práctica: En nuestra vida, enfrentamos encuentros con personas y oportunidades que pueden ser bendiciones divinas o trampas disfrazadas. Debemos aprender a reconocer a quién estamos escuchando y asegurarnos de seguir el consejo y la voluntad de Dios.
Punto 2: La Bendición de Melquisedec
Versículo clave: «Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo.» (Génesis 14:18-19)
Versículo relacionado: «Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces.» (Santiago 1:17)
Explicación: Melquisedec es una figura misteriosa en la Biblia, ya que es rey y sacerdote del Dios Altísimo. Su bendición sobre Abram confirma que la victoria de este último fue por la mano de Dios y no por su propia fuerza.
Aplicación práctica: Es fundamental reconocer que todo lo bueno que tenemos proviene de Dios. Cuando logramos algo, debemos recordar que es por Su gracia y no por nuestros méritos. Esto nos mantiene humildes y agradecidos.
Punto 3: Abram Diezma en Gratitud a Dios
Versículo clave: «Y le dio Abram los diezmos de todo.» (Génesis 14:20)
Versículo relacionado: «Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos.» (Proverbios 3:9)
Explicación: Abram responde a la bendición de Melquisedec entregándole el diezmo de todo lo que había ganado. Este acto muestra su reconocimiento de que Dios es el dueño de todo y que su victoria le pertenecía al Señor.
Aplicación práctica: El diezmo no es solo una obligación, sino un acto de gratitud y fe. Nos recuerda que Dios es nuestro proveedor y nos ayuda a mantener nuestro corazón libre de avaricia. Cuando damos con gozo, mostramos que confiamos en Dios más que en las riquezas.
Punto 4: La Oferta del Rey de Sodoma
Versículo clave: «El rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes.» (Génesis 14:21)
Versículo relacionado: «Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?» (Marcos 8:36)
Explicación: El rey de Sodoma le ofrece a Abram riquezas a cambio de las personas capturadas. Es una propuesta tentadora que le habría permitido a Abram enriquecerse rápidamente, pero venía de una fuente corrupta.
Aplicación práctica: No todas las oportunidades que parecen beneficiosas son de Dios. Muchas veces, el mundo nos ofrece «atajos» que comprometen nuestros valores y nuestra integridad. Debemos tener cuidado de no aceptar lo que nos aleje de la voluntad de Dios.
Punto 5: La Decisión de Abram: No Depender de Nadie Excepto Dios
Versículo clave: «He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram.» (Génesis 14:22-23)
Versículo relacionado: «Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.» (Filipenses 4:19)
Explicación: Abram rechaza la oferta del rey de Sodoma, dejando en claro que no quería que nadie más que Dios recibiera el crédito por sus bendiciones. Su confianza estaba plenamente en el Señor.
Aplicación práctica: Cuando dependemos de Dios, no necesitamos hacer compromisos con el mundo para obtener éxito. Él suplirá nuestras necesidades de manera justa y en Su tiempo. La verdadera riqueza es confiar en el Señor y caminar en obediencia.
Conclusión
Este pasaje nos muestra dos caminos: el de la bendición de Dios, representado por Melquisedec, y el de la corrupción del mundo, simbolizado por el rey de Sodoma. Abram nos da un ejemplo claro de cómo debemos actuar: honrar a Dios, depender de Él y rechazar cualquier oferta que nos aleje de Su propósito.
Dios tiene un plan maravilloso para tu vida, pero el enemigo siempre intentará ofrecerte «atajos» que parecen buenos, pero que pueden desviarte de la voluntad de Dios. No caigas en la trampa de buscar riquezas o éxito fuera de la bendición divina.
Si confías en Dios y le entregas lo mejor de ti, Él te bendecirá de maneras que jamás imaginaste. Mantente firme en tus valores y en tu fe, y verás la fidelidad de Dios manifestarse en tu vida.
Hoy es el momento de decidir a quién quieres agradar: ¿a Dios o al mundo? Examina tu vida y pregúntate si estás confiando plenamente en el Señor o si has hecho compromisos que te alejan de Él.
Toma la decisión de vivir en integridad, de honrar a Dios con tus bienes y de rechazar cualquier cosa que no venga de Él.
Oración Sugerida: “Señor, gracias por mostrarme que mi provisión y bendición vienen solo de Ti. Ayúdame a discernir entre lo que viene de Tu mano y lo que es un engaño del mundo. Dame la fortaleza para mantenerme firme en mis valores y depender completamente de Ti. En el nombre de Jesús, amén.
Preguntas para Reflexión :
- 1. ¿Cómo puedo discernir si una oportunidad proviene de Dios o no?
- 2. ¿Estoy honrando a Dios con mis bienes y recursos?
- 3. ¿Hay algo en mi vida que comprometa mi testimonio cristiano?
- 4. ¿Estoy confiando en Dios como mi proveedor, o en las riquezas y el éxito mundano?
- 5. ¿Estoy dispuesto a rechazar oportunidades que me alejen de Dios, aunque parezcan beneficiosas?
