Éxodo 4:1-17

Éxodo 4:1-17 Estudio por Pastor Daniel Praniuk

Introducción

En Éxodo 4:1-17, Moisés recibe la llamada divina para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto. Este pasaje es clave en la vida de Moisés, pues marca el momento en que, tras dudar y resistirse, finalmente acepta la misión que Dios le encomienda. En esta sección, Dios reafirma Su poder y autoridad, mostrándole a Moisés que no será solo, sino que contará con la intervención sobrenatural del Señor. A través de este pasaje, podemos aprender cómo Dios nos capacita para las tareas que nos encomienda y cómo podemos superar nuestras dudas y miedos al responder a Su llamado.

Punto 1: La Duda Inicial de Moisés

Versículo clave: «Pero Moisés respondió y dijo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová.» (Éxodo 4:1)

Versículo relacionado: «Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.» (Proverbios 3:5)

Explicación: Al recibir el llamado de Dios, Moisés se siente inseguro y lleno de dudas. Su primera reacción es pensar que el pueblo de Israel no le creerá, y teme ser rechazado. Esta respuesta refleja la tendencia humana de dudar de nuestra capacidad para llevar a cabo lo que Dios nos pide, especialmente cuando enfrentamos situaciones que nos parecen imposibles. Moisés se muestra desconfiado, creyendo que los demás no le darían credibilidad.

Aplicación práctica: Es común dudar de nuestras capacidades cuando sentimos que Dios nos llama a hacer algo grande. A veces, nuestras inseguridades y miedos pueden hacernos pensar que no estamos preparados. Sin embargo, Dios nos llama a confiar en Él, no en nuestras propias fuerzas. Si sientes dudas acerca de lo que Dios te ha llamado a hacer, recuerda que Él te capacitará, y que Su poder se perfecciona en nuestra debilidad.

Punto 2: La Prueba de la Vara: Dios Revela Su Poder

Versículo clave: «Y Jehová le dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara.» (Éxodo 4:2)

Versículo relacionado: «Porque nada hay imposible para Dios.» (Lucas 1:37)

Explicación: Dios le pregunta a Moisés qué tiene en su mano, y la respuesta de Moisés es «una vara». Luego, Dios le instruye a arrojarla al suelo, y esta se convierte en una serpiente. Este milagro no solo muestra el poder sobrenatural de Dios, sino que también le enseña a Moisés que lo ordinario puede convertirse en un instrumento de poder cuando está en las manos de Dios. La vara, que representaba lo común y sencillo, se transforma en una herramienta poderosa cuando se pone a disposición de Dios.

Aplicación práctica: Es fácil pensar que los recursos que tenemos son insuficientes para cumplir con la tarea que Dios nos llama a hacer. Pero, tal como Moisés tenía una simple vara en sus manos, nosotros también podemos tener algo aparentemente común, que, si lo ponemos en las manos de Dios, puede ser transformado y usado para propósitos extraordinarios. No subestimes lo que tienes; Dios puede hacer mucho con lo poco que ofrecemos.

Punto 3: La Prueba del Leproso: La Purificación de Dios

Versículo clave: «Y le dijo: Mete ahora tu mano en tu seno. Y metió su mano en su seno, y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.» (Éxodo 4:6)

Versículo relacionado: «Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.» (1 Juan 1:9)

Explicación: Dios le pide a Moisés que meta su mano en su seno, y al sacarla, se encuentra con que está cubierta de lepra. Esto es una señal de la pureza que Dios exige de aquellos que se ponen al servicio de Su misión. A través de este acto, Dios no solo demuestra Su poder, sino que también le muestra a Moisés la necesidad de la purificación espiritual. La lepra en la Biblia es a menudo un símbolo de pecado, y este milagro también podría verse como una representación de la necesidad de la restauración y la limpieza por parte de Dios.

Aplicación práctica: Cuando Dios nos llama a Su obra, también nos llama a una vida de pureza y santidad. Si estamos atrapados en el pecado o la culpa, necesitamos permitir que Dios nos purifique. No importa cuán sucio o impuro nos sintamos; si nos acercamos a Él, Él nos limpiará y nos restaurará para Su propósito.

Punto 4: La Prueba de la Lengua: La Capacitación de Dios

Versículo clave: «Y Moisés dijo a Jehová: ¡Ay, Señor! Yo no soy elocuente, ni antes, ni desde que hablaste a tu siervo; porque soy tardo en el hablar y torpe de lengua.» (Éxodo 4:10)

Versículo relacionado: «Y dijo Jehová: ¿Quién ha hecho la boca del hombre? ¿O quién hace al mudo o al sordo, al que ve o al ciego? ¿No soy yo Jehová?» (Éxodo 4:11)

Explicación: Moisés, al sentirse incapaz de hablar con el pueblo de Israel o con Faraón, pone excusas sobre su falta de elocuencia. Sin embargo, Dios le responde, afirmando que Él es el que capacita a cada persona para cumplir Su propósito. La incapacidad de Moisés en este aspecto no es un obstáculo para Dios, quien puede capacitar a quien Él llama. Dios le recuerda a Moisés que Él es el Creador y que tiene el poder de usar cualquier debilidad para cumplir Su voluntad.

Aplicación práctica: Muchas veces nos sentimos incapaces de hacer lo que Dios nos llama a hacer, debido a nuestras limitaciones personales. Sin embargo, Dios no nos llama por lo que ya sabemos hacer, sino por lo que Él puede hacer a través de nosotros. Si confías en Él, Él te capacitará para todo lo que te pide, y tus debilidades se convertirán en oportunidades para Su poder.

Punto 5: La Ayuda de Aarón: La Comunidad en la Obediencia

Versículo clave: «Y Jehová dijo a Moisés: ¿Quién te ha puesto por príncipe y juez sobre el pueblo? ¿Acaso no soy yo Jehová? Ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.» (Éxodo 4:12)

Versículo relacionado: «Y de la misma manera, en Cristo, nosotros, aunque muchos, formamos un solo cuerpo, y cada miembro tiene una función.» (Romanos 12:5)

Explicación: Aunque Moisés aún tenía dudas, Dios en su misericordia le proporciona ayuda en la figura de su hermano Aarón. Moisés sería el líder, pero Aarón sería su portavoz. Esta muestra de comunidad es importante, pues resalta cómo Dios a menudo obra a través de un equipo de personas. No estamos llamados a cumplir el propósito de Dios de manera aislada; la cooperación en la comunidad de fe es fundamental para llevar a cabo la obra de Dios.

Aplicación práctica: Dios nos llama a servir, pero no lo hace de manera individualista. Es parte del diseño de Dios que trabajemos juntos en comunidad. Si sientes que no puedes cumplir con lo que Dios te llama a hacer, busca el apoyo de aquellos que están a tu alrededor. La comunidad cristiana está diseñada para ayudarnos a crecer y cumplir la misión que Dios nos encomienda.

Conclusión

El pasaje de Éxodo 4:1-17 es una profunda lección sobre cómo Dios capacita a aquellos que Él llama. Moisés pasó de la duda a la obediencia, y en el proceso, Dios le mostró que lo que parecía ser un obstáculo era, en realidad, una oportunidad para experimentar el poder divino. Cuando enfrentamos dudas y dificultades en el camino que Dios nos ha llamado a recorrer, podemos confiar en que Él no solo proveerá la capacitación necesaria, sino que también usará nuestras debilidades para Su gloria.

Recuerda, no importa cuán grandes o pequeños sean tus miedos y dudas, Dios tiene un plan perfecto para ti. Él ha visto tu corazón, y te ha elegido no por tu perfección, sino por Su gracia. Él te dará todo lo que necesitas, y lo hará a través de Su poder, no el tuyo. ¡Cree, avanza, y permite que Él te use para algo grande!

Hoy te invito a que, al igual que Moisés, respondas al llamado de Dios con fe, dejando atrás tus dudas y limitaciones. Dios te ha equipado con lo que necesitas para cumplir Su propósito. No dejes que las excusas te frenen; busca Su ayuda, y permite que Él trabaje a través de ti para transformar vidas y cumplir Su voluntad.

Oración sugerida: “Señor, gracias por ser un Dios que nos capacita y nos da todo lo necesario para cumplir Tu propósito. Ayúdame a confiar en Ti, incluso cuando mis miedos y dudas me detienen. Gracias por tu paciencia y por ponerme en comunidad con otros que me ayudan a crecer. Hoy te entrego mis inseguridades y confío en que Tú me guiarás para cumplir lo que has preparado para mí. En el nombre de Jesús, amén.”