Juan 8:48-59

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Juan 8:48-59  Estudio por Pastor Daniel Praniuk

Introducción

El pasaje de Juan 8:48-59 nos muestra una confrontación profunda entre Jesús y los líderes religiosos de su tiempo. En esta sección, Jesús no solo responde a las acusaciones y burlas de los fariseos, sino que también proclama verdades fundamentales sobre Su identidad divina. Este encuentro nos desafía a reflexionar sobre quién creemos que es Jesús y cómo esa verdad transforma nuestra relación con Él.

Punto 1: Rechazo y Acusaciones Injustas

Versículo clave: «Respondieron entonces los judíos y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros que tú eres samaritano, y que tienes demonio?» (Juan 8:48)

Explicación: Los líderes religiosos atacan a Jesús con acusaciones insultantes, mostrando su rechazo a Su mensaje. Lo llaman samaritano, una descalificación cultural, y lo acusan de estar poseído. Este rechazo revela su incapacidad para reconocer la verdad.

Reflexión práctica: ¿Cómo respondes cuando otros te malinterpretan o rechazan tu fe? Aprende de la calma de Jesús, quien no se desvía de su propósito.

Punto 2: Jesús Honra al Padre

Versículo clave: «Jesús respondió: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis.» (Juan 8:49)

Explicación: Jesús rechaza las acusaciones, pero no se enfoca en defenderse a sí mismo, sino en destacar Su propósito: honrar al Padre. Su respuesta ejemplifica humildad y enfoque en lo eterno.

Reflexión práctica: ¿Tu vida está orientada a honrar a Dios, incluso frente a la oposición? Recuerda que tu mayor llamado es reflejar Su gloria.

Punto 3: La Promesa de Vida Eterna

Versículo clave: «De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte.» (Juan 8:51)

Explicación: Aquí, Jesús declara que aquellos que obedecen Su palabra tienen la promesa de vida eterna. Esta declaración no se refiere a la muerte física, sino a la separación espiritual de Dios.

Reflexión práctica: ¿Estás viviendo con la seguridad de la vida eterna en Cristo? Permite que esta verdad transforme tu perspectiva diaria.

Punto 4: La Revelación de Su Divinidad

Versículo clave: «Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.» (Juan 8:58)

Explicación: Jesús utiliza «Yo soy», un título divino que conecta con el nombre de Dios revelado a Moisés (Éxodo 3:14). Aquí, Jesús proclama Su preexistencia y Su identidad como Dios. Este es el clímax del pasaje y la razón de la reacción violenta de los fariseos.

Reflexión práctica: ¿Reconoces a Jesús como Dios en tu vida? Su divinidad transforma cada aspecto de nuestra fe y nuestras acciones.

Punto 5: Rechazo Final y la Soberanía de Jesús

Versículo clave: «Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.» (Juan 8:59)

Explicación: La reacción violenta de los judíos muestra su dureza de corazón y rechazo total a Jesús. Sin embargo, Jesús demuestra soberanía y control absoluto al salir ileso.

Reflexión práctica: ¿Confías en la soberanía de Jesús en medio de la oposición? Su plan siempre prevalecerá, incluso cuando enfrentas desafíos.

Conclusión

Juan 8:48-59 nos invita a reconocer la identidad divina de Jesús y a vivir en obediencia a Su palabra. Este pasaje desafía a confrontar nuestros propios prejuicios y a afirmar nuestra fe en Cristo como el Hijo de Dios y el «Yo Soy» eterno.

Este pasaje nos recuerda que Jesús no es solo un maestro, sino Dios mismo, quien ofrece vida eterna y guía soberana. Vive con confianza en Su identidad divina. Él es el «Yo Soy» que está presente en tu vida, capaz de proveer, sostener y transformar cualquier circunstancia. Su amor por ti es eterno y Su poder no tiene límites.

Hoy, decide rendir cada área de tu vida a Jesús, reconociéndolo como el «Yo Soy». Permite que Su palabra transforme tu corazón, viviendo con fe y esperanza en Su promesa de vida eterna.

Oración Sugerida: “Señor Jesús, gracias por revelarte como el «Yo Soy», el Dios eterno y soberano. Ayúdame a vivir en obediencia a Tu palabra y a confiar en Tu plan para mi vida. Transforma mi corazón y fortalece mi fe para reflejar Tu gloria en todo lo que haga. Amén”.


Preguntas para Reflexión :

Libro de Juan 2

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